Laura Reyes es una joven deportista con muchos sueños por cumplir y diferentes logros, cuya enfermedad ocular no le ha impedido conseguir. A pesar de ser parcialmente invidente y tener que enfrentarse a multitud de retos con el paso de los años, la grancanaria nunca ha dejado de concebir su condición como algo positivo que, al fin y al cabo, hace que sea más fuerte. Gracias a la confianza que tiene en sí misma se ha hecho con el título de campeona mundial de pole dance dos años consecutivos.
Desde pequeña ha tenido problemas visuales. En un principio, los oftálmologos pensaban que era falta de vista. Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, tras varias pruebas, le diagnosticaron retinosis pigmentaria, enfermedad por la que ha ido perdiendo la visión periférica y solo mantiene la central.
«Mi infancia fue bastante feliz en el colegio a pesar de mis circunstancias»
La deportista nunca fue objeto de burla en el colegio. Pese a tener que utilizar diferentes herramientas como lupa, atríl y ampliaciones de documentos originales para facilitar su día a día en el ámbito escolar, siempre se sintió apoyada por el alumnado y el profesorado. En parte, admite que le costó acostumbrarse a las adaptaciones que le ponían por el hecho de que era la única de la clase que, por sus condiciones, debía usarlas. Aún así, reconoce que, en todo momento, se sintió arropada.
No obstante, a medida que ha ido creciendo, su condición en otras situaciones no ha sido tan bien recibida. «He pasado por muchas injusticias», confiesa. Después de que su perro guía, Jameson, apareciera en su vida, la grancanaria ha sido juzgada en muchos casos. Incluso, en varias ocasiones, le han llegado a prohibir la entrada junto a su golden retriever en restaurantes y hoteles con la excusa de que no pueden entrar animales. Un gesto que, a día de hoy, está penado por ley cuando se trata de alguien con discapacidad.
«No me han creído cuando he dicho que tengo una discapacidad visual»
Además, admite que cuando tienes una enfermedad y no la aparentas continuamente eres cuestionado. «No me han creído cuando he dicho que tengo una discapacidad visual», insiste. Por otro lado, comenta que la gente, cuando ve a personas con necesidades especiales, «no es muy comprensiva y se dedica a escanearte, de arriba abajo, sin importarles como te sentirás».
Asimismo, es consciente de que muchas personas que no poseen ningún tipo de enfermedad ven problemas donde realmente no los hay. El tener hándicaps como, en este caso, una diversidad funcional le ayuda a enfrentar los problemas de verdad porque todo lo demás se minimiza.
A raíz de sus circunstancias, con esfuerzo y constancia, la medallista ha progresado personalmente en varios aspectos. Por una parte, ha ganado seguridad con el paso de los años y considera que dentro de su posible emancipación ha logrado ser una persona bastante independiente. Por otro, ha cumplido metas como viajar sin compañía, aprender idiomas y, la más complicada, vivir sola.
«El deporte me ha ayudado a tener más confianza en mí misma»
Laura Reyes se inició en el pole dance cuando estuvo cursando el grado de Lenguas Modernas en Inglaterra. Después de muchos años practicando equitación decidió probar un deporte nuevo, por lo que eligió este. Allí comenzó todo. Al principio, a pesar de que siempre ha sido una chica deportista, tuvo dificultades por su falta de flexibilidad. Poco a poco, con la práctica, fue evolucionando y avanzando lo que le permitió que, tras un tiempo, se convirtiera dos veces consecutivas en campeona mundial de pole dance en su categoría.
La pole dancer nunca imaginó que llegaría tan lejos. «Todo surgió porque abrieron una categoría para personas con discapacidad», cuenta, y, tras varios años, una vez conoció a su entrenadora en Canarias, decidió presentarse. Una decisión de la que asegura estar muy orgullosa. Además, entre los aspectos positivos que este deporte le ha traído, destaca el aumento de confianza en sí misma lo que le ha demostrado que es capaz de conseguir todo lo que se proponga gracias a tres actitudes fundamentales: sacrificio, esfuerzo y perseverancia.
Su objetivo en este camino siempre ha sido llegar a ser una referente para todas esas personas que se encuentran en sus condiciones y que, por una cosa u otra, no se enfrentan a nuevos retos como ha hecho ella toda su vida. Principalmente, admite que «quería demostrar, sobre todo a las personas con discapacidad visual, que el abanico de actividades que pueden practicar es amplio y que se puede llegar muy lejos».
Por otro lado, el camino del pole dance ha sumado nuevas experiencias como su participación en el concurso de talentos Got Talent España. En el programa la actuación de la grancanaria tuvo mucha repercusión y fue apoyada tanto por el público como por el jurado. Con esta presentación quiso demostrar que mientras unos no hacen las cosas porque no quieren o «gandulismo», otros, con dificultades de verdad, se dejan la piel por llegar a donde quieren. «Al final, nosotros trabajamos mucho y nos esforzamos consiguiendo resultados, hay quien no se atreve», recalca.
Dos veces segunda en campeonatos de baile latino
Aunque la joven no se ha presentado a otros concursos televisivos, sí ha podido participar en campeonatos de pole y de baile. Es más, con su pareja de danza ha quedado dos veces segunda en campeonatos de baile latino y, este año, afirma que trabajarán mucho más para poder asistir a competiciones con mayor relevancia.
La canaria tiene claro que quiere avanzar tanto en el mundo del baile como en el del pole dance. De hecho, sus planes de futuro tienen bastante relación con la actividad física. En primer lugar, deja claro que terminará lo que está estudiando para obtener la titulación de técnico en animación de actividades físicas y deportivas. Por otra parte, tiene en mente la posibilidad de montar un pequeño gimnasio o centro deportivo con su amiga con la que comparte gustos y aficiones. Uno de los ámbitos que más le gustaría trabajar es la flexibilidad. Además, no descarta otras opciones como indagar en la vida saludable.
En definitiva, la vida de Laura Reyes es, totalmente, una historia de superación. Personas como ella demuestran lo importante que es disfrutar los pequeños momentos. No importan los obstáculos ni las barreras siempre debemos luchar por lo que queremos. «El primer paso es levantarte, centrarte e intentarlo», insiste la bailarina. Para ello, es fundamental arriesgarnos, perseguir nuestros sueños y alcanzar nuestras metas, porque, a fin de cuentas, la vida es solo una y como bien dice «no hay nada más bonito que poder superarnos día tras día».
La retinosis pigmentaria no tiene cura
David Pérez Silguero, oftalmólogo canario, explica que «bajo el nombre de retinosis pigmentaria se agrupan un conjunto de enfermedades degenerativas retianas, que provocan una pérdida de visión de manera lenta pero progresiva». Esto afecta, en primer lugar, a la visión en condiciones de baja luminosidad dando como resultado la contracción del campo visual.
Actualmente, en España, padecen retinosis pigmentaria cerca de quince mil personas. Se calcula que la sufre un individuo de cada cinco mil a nivel mundial. Sin embargo, los portadores de genes defectuosos de la patología resultan ser muchos más. Además, el doctor aclara que «a pesar de ser una enfermedad genética, menos de la mitad de los casos estudiados parten de ahí».
Con certeza , Pérez Silguero recalca que «no hay tratamiento actual curativo para la enfermedad». Aún así, insiste en que «se puede ralentizar el daño retiniano con protección solar, antioxidantes propios de la retina, y tratando las complicaciones añadidas».