Paula Mateos, más conocida como @paulamateosmakeup en redes sociales, es una joven trabajadora social e influencer canaria que difunde contenido acerca de sus creaciones artísticas de maquillaje. Con medio millón de seguidores en TikTok, la artista lleva tres años elaborando y difundiendo numerosos diseños en su cara y cuerpo que alcanzan millones de visualizaciones. La creadora asegura que esta disciplina, no sólo la ha ayudado a crecer en los medios y a darse a conocer por su pasión, sino que también le ha servido para trabajar y fortalecer su autoconocimiento y amor propio.
¿Cómo empezó en el maquillaje? «Empecé justo antes de la Pandemia, me surgió la oportunidad de hacer un curso de maquillaje Drag Queen y desde muy pequeña me ha gustado este mundo. Cuando empecé no tenía ni idea de lo que era ni siquiera un agua color, el material que hoy en día utilizo principalmente. Todo lo que sé es cuestión de práctica y trabajo constante.»
¿En qué se inspira a la hora de elaborar contenido y diseñar sus creaciones? «Películas, animaciones y series que me motiven y me gusten. Busco la idea, hago el boceto digital, la maqueta del personaje según mis facciones y empiezo a trabajar. También me suelo inspirar de artistas que me gustan.»
¿Por qué decidió hacer público su trabajo? ¿Cómo se sintió al ver que se iba popularizando? «Decidí hacer público mi contenido porque mis amigas me animaron. No consideraba que tuviera talento, para mí era una afición. Hacía muchos años que no tenía redes sociales, y a pesar de que en aquel momento me afectaba bastante lo que la gente pudiera llegar a pensar de mí, decidí empezar».
«Era una forma de devolver a La Palma un poco de amor»
¿Qué dificultades ha encontrado en el mundo del maquillaje? ¿Y en las redes sociales? «Es un nicho que está muy saturado, cuesta mucho ser original y está muy infravalorado. Un vídeo de treinta segundos lleva detrás seis horas de trabajo. En las redes sociales, una de las dificultades que más he encontrado y peor sé gestionar es el hate, hay discursos de odio muy potentes por todo.
Ha mencionado públicamente que padece de ansiedad, ¿usa el maquillaje como terapia y vía de canalización? ¿Considera que es importante expresar las emociones de forma artística? «Es verdad, padezco de ansiedad desde hace tiempo, y una de mis vías de escape es el maquillaje. Las horas que estoy conectada maquillándome estoy relajada y no pienso en otras cosas. A veces se complica cuando hago directos y la gente empieza a hacer comentarios dañinos, sin embargo, es un momento muy especial en el que conecto con mis seguidores y hago llegar mi contenido. Disfrutan conmigo, les relaja ver el proceso. Es gratificante y es muy buena terapia.»
Hubo un maquillaje que realizó acerca del volcán de La Palma que se hizo muy viral. ¿Qué le llevó a realizarlo? ¿Cómo se sintió una vez hecho y publicado? » Decidí hacerlo como homenaje, era una forma de devolver a La Palma un poco de amor a través del maquillaje. Sabía que podía ser polémico, y de hecho lo fue. Hubo comentarios positivos y de personas afectadas que lo entendieron, despertó sentimientos muy bonitos y me lo agradecieron mucho. Pero también, bastantes personas me insultaron e incluso me desearon la muerte. Lo gestioné muy mal, fue la primera ola de odio que recibí. Mi intención evidentemente no fue hacer daño a nadie, fue mostrar apoyo.»
¿Cree que la sociedad le da la suficiente importancia a las disciplinas artísticas? «Creo que no. Todo lo que tenga que ver con el arte está infravalorado en nuestra sociedad: el trabajo y horas que hay detrás, el material, la inspiración, la originalidad… Las personas consideran que es un trabajo que puede hacer cualquiera, cuando en realidad no es así. No se valora el trabajo y la dedicación que hay detrás.»
¿Encuentra alguna conexión entre el Trabajo Social y el maquillaje? «El maquillaje puede servir como movimiento de acción social al igual que mi profesión. Se pueden expresar sentimientos, emociones e incluso movimientos sociales a través de él. En ese aspecto, pueden llegar a estar conectados en algún punto.»
«Creo en el arte como movimiento efímero que expresa emociones y sentimientos»
¿Cree que el maquillaje puede mejorar la situación psicológica y emocional de personas que se encuentran en riesgo de exclusión y vulnerabilidad social? «El arte en general, no solo el maquillaje. Bajo mi punto de vista, padeciendo ansiedad y depresión, me ayudo muchísimo. Trabajé mi autonomía e independencia, no pensar en el qué dirán, poner y establecer límites… Creo en el arte como movimiento efímero que expresa emociones y sentimientos. Puede servir para expresar más fácilmente lo que realmente sentimos ya que cuesta mucho hablarlo y materializarlo en palabras.»
¿Considera que nuestra condición de insularidad dificulta la posibilidad de darse a conocer a mayor nivel? «Juega un papel muy importante en nuestra contra, siempre seremos las eternas olvidadas. Darte a conocer y abrirte puertas es mucho más difícil y estudiar disciplinas artísticas es prácticamente imposible. Nuestro trabajo no está reconocido como una carrera o profesión y para estudiarlo es necesario hacerlo de forma privada. En las redes no te sientes dentro de la comunidad, las colaboraciones con marcas son más complicadas y muchos productos en mi caso llegan en muy pocas cantidades y son caros.»
¿Cuáles son sus futuros proyectos relacionados con el maquillaje? «Seguir creciendo en redes, que la gente pueda conocerme, crear una comunidad más personal, un movimiento a través del maquillaje. Me gustaría en un futuro establecer una academia donde poder dar clases accesibles y de calidad. Quiero que Canarias se incluya dentro del mapa artístico del maquillaje.»