El Museo de la Ciencias y el Cosmos organizó este pasado martes, 17 de mayo, una conferencia enfocada a uno de los astros más fascinantes de los que la ciencia tiene constancia en la actualidad: los agujeros negros. De la mano de Gastón Giribet, profesor de la Universidad de Buenos Aires y coautor del libro Cuerdas y supercuerdas, se desengranó todo lo referido al objeto cósmico, desde los pasos para su descubrimiento hasta las últimas investigaciones realizadas.
Héctor Socas Navarro, director del Museo, hizo hincapié en la sincronización del evento con la publicación de la primera foto de Sagitario A*. El responsable de la imagen fue el Telescopio del Horizonte de Sucesos, un conjunto de observatorios de radio sincronizados que «funcionan como un gran telescopio planetario». Este hecho le sirvió a Giribet para aclarar unos pilares teóricos que ayudaron a entender en profundidad la historia y comportamiento de este tipo de astros.
Un estudio repleto de conjeturas
En 1783, el astrónomo y físico inglés John Michell anticipó la posible existencia de estos cuerpos oscuros. Ya en el siglo XVIII, según el profesor Gastón, otros teóricos señalaron que «podían existir en el Universo objetos astronómicos con un campo gravitacional tan potente que la luz no podía abandonarlos».
Con la teoría de la relatividad de Einstein, la ciencia amplió su conocimiento. El sistema explicó, gracias a la gravedad, el comportamiento de los astros, a consecuencia de las curvaturas que generan en función de su masa. Asimismo, «el que más tenga, generará una curva gravitante provocando que giren en torno a él», justo como pasa con nuestro planeta y el Sol.
El ponente habló, además, de la luz y del tiempo, dos elementos que tampoco escapan de esta regla. También dejó espacio para las curiosidades, como la relación entre el envejecimiento y la gravedad. De esta forma, comunicó a quienes asistieron cómo aquellas personas que se localizan en los pisos más elevados envejecen más rápido que las más próximas al suelo.
1964, año clave de las investigaciones
1964 fue el año en el que se encaminó el proceso de investigación de estos astros oscuros. El Premio Nobel de Física Roger Penrose confirmó que se podían formar tras el colapso de una estrella con suficiente masa. A su vez, se acuñó, por primera vez, el término agujero negro. También se presentaron los primeros candidatos, como Cygnus X-1, localizado en la constelación del Cisne.
Para concluir, Gastón Giribet presentó diversos descubrimientos científicos actuales. Un listado de investigaciones que sirvieron para demostrar su apoyo a la continua búsqueda del conocimiento. Y tras esto, el creador del podcast científico Coffe Break, Héctor Socas, animó al público a seguir al profesor en su cuenta de Twitter, por haber consagrado en ella un espacio repleto de divulgación.