“Con la limpieza étnica se intenta eliminar la historia de un pueblo”

Ciencias Sociales y Jurídicas

Amnistía Internacional fue invitada a la ULL para que diera la conferencia Visualización y denuncia de la persecución rohingya en Myanmar ayer jueves 22 de marzo en el aula magna Tomás y Valiente de la Facultad de Derecho. Sonia Pérez, representante de esta entidad en Tenerife, y Guayasen Carballo, miembro de la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones, fueron los encargados de explicar al alumnado el conflicto birmano.

El pueblo rohingya, una minoría birmana de religión musulmana, busca su identificación y reconocimiento como etnia en su país. Recuerdan que ya fueron reconocidos una vez en la historia de Myanmar, pues entre el año 1958 y el año 1961 se pidió un alto al fuego a distintas comunidades y se empleó por primera vez el término rohingya. Esta denominación no se utiliza comúnmente pues implicaría afirmar que no son extranjeros o apátridas.

«Muchos propietarios de barcos encontraron un negocio lucrativo en el transporte de refugiados de Myanmar a Bangladesh”


El ejército birmano considera que dentro de su idea nacional de unificación esta población es un problema. El movimiento budista nacionalista 969 emplea un discurso político camuflado por la religión, para convencer a la población de que esta minoría musulmana quiere ocupar sus tierras y acabar con su economía. “Con la limpieza étnica se está intentando eliminar la historia de un pueblo” explicó Carballo.

Su condición de apátrida y las persecuciones en Birmania llevaron a esta comunidad a huir a Bangladesh, a pesar de que este país no tiene los medios para acogerles. «Muchos propietarios de barcos encontraron un negocio lucrativo en el transporte de refugiados de Myanmar a Bangladesh”, comentó la representante de Amnistía Internacional.

“Están colocando minas anti personas en las zonas fronterizas”


Muchos de los refugiados llegan a las fronteras con heridas de bala o con signos de violencia y agresión sexual. “La peor parte se la lleva la mujer”, destacó Sonia Pérez, pues durante los asaltos militares son violadas y humilladas. Además, no se asegura que puedan volver en condiciones seguras y dignas: “Están colocando minas anti personas en las zonas fronterizas”.

La ONU no ha calificado las persecuciones de genocidio. A pesar de ello, sí consideran que según las características del conflicto, los crímenes de lesa humanidad cometidos y testimonios de rohingyas huidos se acerca lo bastante como para poder catalogarlo como tal. “Ahí está el peligro de ser musulmán y apátrida”, dijo Carballo cuando explicó que el Estados Islámico, en un comunicado dejó claro que las minorías musulmanas como los rohingya serán aceptadas “con los brazos abiertos” en el Daesh.

 

Estudiante de Periodismo de la ULL. Aficionada de la magia de los libros. "Tomemos nuestros libros y nuestros lápices. Son nuestras armas más poderosas" - Malala Yousafzai

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