CEFIS se trata de una agrupación de estudiantes de Física e Ingeniería cuyo objetivo es aprender el funcionamiento de un computador de forma autodidacta. A partir de ahí, pretenden seguir con la elaboración del computador. El origen de esta iniciativa nace de la curiosidad científica y necesidad que tienen físicos e ingenieros de trabajar con una grandísima cantidad de datos, debido a que, muchas veces, las propias limitaciones técnicas de los equipos con los que trabajan de forma regular hacen muy larga y tediosa la manipulación y uso de tanta información.
Vieron que esto era un problema que arrastraba la comunidad científica universitaria y comenzaron a trabajar para arreglarlo. En palabras de uno de los integrantes, Juan José Fernández: «Un ejemplo muy válido es limpiar una casa, si es pequeña no hay ningún problema, pero pasa a serlo si tienes que limpiar un edificio, por lo que necesitarías muchas versiones de ti para poder hacerlo más rápido, en eso consiste».
Ahora mismo se encuentran en la primera parte de su planificación: aprender a usar la programación en paralelo. Consiste en una forma de programar basada en el uso de distintos terminales que desempeñan tareas sencillas, facilitando así el trabajo de limpiar el bloque. Este tipo de formación no se ofrece de forma directa en la Universidad y de esa carencia surge esta iniciativa, autodidacta y por puro interés personal de los miembros.
Han contado con apoyo por parte de la Delegación y el Centro de Cálculo de Informática y Física desde un primer momento, dotándoles del equipamiento para poder experimentar. Ante la pregunta sobre la involucración de la ULL en los proyectos de los alumnos aclaran que «de momento no estamos vinculados directamente, pero si en un futuro consiguiéramos financiación iría dedicada a conseguir equipamiento como raspberrys para poder empezar a materializar el computador».
Aún se encuentran en una fase muy temprana de la programación, experimentan con equipos sin escritorio con el sistema operativo Lynux Debian y hacen con esto que su efectividad en los cálculos aumente. Intentan ser cuidadosos con cada paso que dan, ya que consideran que estos son los más importantes a la hora de plantearse un futuro a largo plazo. Además, no descartan la posibilidad de, si todo sale adelante, dotar a los estudiantes de un computador funcional.
Nuevas fronteras
Juan José Fernández es el padre ideológico de este proyecto, que nació de su afición a la informática y a la programación. Tras plantearlo en un ambiente distendido, varios compañeros de distintas escuelas y facultades se unieron a la idea, fundando así lo que hoy se conoce como CEFIS. Actualmente, son seis alumnos los que forman el grupo, que trabaja de forma semanal dentro de las instalaciones de la Sección de Física y Matemáticas. Destacan que iniciativas como Formula Student ULL estén siendo populares en redes sociales, visibilizando así el trabajo por parte de los alumnos de Ciencias. Es por esto que están centrados en hacer una buena labor para que en un futuro pueda afiliarse a la Universidad y así conseguir financiación.
Pero lo que mueve la elaboración de este Computador de Estudiantes de Física es la necesidad de buscar nuevas fronteras más allá de aprobar exámenes y prácticas de laboratorio. Es la búsqueda del conocimiento lo que les atrajo de las carreras en las que están, por la misma razón creen en la viabilidad de un plan a largo plazo fomentado y realizado por ellos mismos.
Una idea difícil de financiar
Varios integrantes de CEFIS defienden la creencia de que no es el centro quien está despegado del alumnado, sino que el alumnado no inicia muchos proyectos y que, si lo hace, lo realiza al margen del ámbito universitario. Maojia Ou Jiang, integrante del grupo aclara que «si nosotros a día de hoy acudiésemos al profesorado con intención de buscar ayuda para el computador, ellos serían los primeros en motivarse con la idea y moverse en las instituciones para colaborar con nosotros».
Por otra parte, critican el sistema de financiación universitario, ya que cualquier inversor que quiera aportar, tendrá que abonar parte de ese ingreso en forma de comisión, dificultando así la posibilidad de conseguir la atención de posibles socios. Esto deja las dimensiones de este tipo de iniciativas como si fuesen amateur comparadas con sus homólogas pertenecientes al sector privado, y añaden: «Ya es bastante difícil para un estudiante con un Grado o un Máster por terminar conseguir dinero para un proyecto como para que además venga la ULL y se quede con una parte».