El Ámbito Cultural de El Corte Inglés recibió anoche en Santa Cruz de Tenerife una conferencia donde los fans de la saga de Star wars pudieron aportar sus opiniones y sus perspectivas referentes a la franquicia. Víctor Conde, escritor de diversos libros, y Ramón Trujillo, director del Festival Isla Calavera, fueron los encargados de realizar este debate abierto al público para analizar las películas que forman parte de la saga y sus posibilidades de expansión. Para esto fueron fase por fase siguiendo cada una de las trilogías que la componen según su orden de producción, además de otras novedades como la última serie que se estrenó recientemente.
El debate comenzó, por tanto, con el trío original de películas, que es el más aclamado por la crítica y por el público y que sirvió para abrir este universo que tantos fanáticos ha cosechado. El primer acierto que citaron Conde y Trujillo, que hicieron que este inicio triunfara en el mundo del cine fue el elevado presupuesto con el que contaba. Esto permitió que George Lucas contratara a los mejores equipos y profesionales de la época en efectos visuales y maquillaje. Otro de sus grandes puntos fue el apostar por la música clásica dentro de un mundo futurista y fantasioso, algo que solo había hecho anteriormente 2001: Una odisea en el espacio y que le permitió distinguirse de tal forma que cualquier persona reconoce inmediatamente la saga al oír su banda sonora.
También se comentó el éxito que la primera película tuvo en taquilla, alcanzando 300 millones de dólares y convirtiéndose en el filme que más dinero logró recaudar hasta entonces. Fue este éxito lo que permitió a la segunda entrega contar con un presupuesto aún mayor que le ayudó a convertirse en la película más aplaudida dentro de toda la saga. Tal y como mencionó Trujillo, únicamente la primera escena que abre este filme contó con el mismo presupuesto que todo el cine español del año 1980.
Ramón Trujillo: «Inicialmente George Lucas pensaba hacer películas estanco, sin relación entre sí»
Sin embargo, tras el éxito de estas tres entregas, Lucas dejó a un lado Star wars durante los siguientes 20 años ya que se centró en otros proyectos como Indiana Jones, que resultaba más rentable para la productora. Finalmente regresó en 1999 con el Episodio I: La amenaza Fantasma, que fue una vuelta decepcionante para los críticos y para muchos fans. El principal fallo del que pecó fue que buscó dirigirse, al igual que en las primeras entregas, a un público infantil, sin tener en cuenta que los espectadores que vieron las anteriores serían ya adultos. Este fue el mismo problema que compartieron sus dos secuelas, que además tuvieron que competir con otras grandes sagas que surgieron en esa época como fueron El señor de los anillos, Harry Potter o Matrix. Sin embargo, Conde destacó de esta segunda trilogía que lograra mostrar al público hasta donde podía expandirse este universo.
Por último se habló de las últimas novedades de la saga dentro de la compañía Disney y, con esto, de posibles formas de seguir expandiendo nuevos horizontes de la franquicia. Con estas nuevas películas ocurre el mismo problema que ya se dio en las anteriores y es que ni los estudios ni sus directores apuestan por realizar un filme dirigido a adultos y no a niños. Tratan de atraer a un público joven que desconoce la saga y se olvidan de pensar en los espectadores que siguen este universo desde hace años y que son los que llenan las salas de cine.
La protagonista de la última apuesta cinematográfica, Rey, resulta aún más limitada que el personaje de Luke y la película falla al hacerla prácticamente invencible, dando la sensación de que nunca corre un riesgo real. Asimismo, parece que los guionistas de las nuevas entregas no han terminado de entender la saga y el espectador tiene que hacer un esfuerzo por creerse algunas de las situaciones que se muestran. Tampoco la nueva serie, Mandalorian, parece estar apuntando en la dirección correcta, ya que remite demasiado a los primeros filmes.
Víctor Conde: «Si una saga no es capaz de evolucionar hacia el futuro está haciendo un mal trabajo»
Sin embargo, aún hay nuevas apuestas que se salvan y que sí buscan algo más arriesgado y serio, como es el caso de Rogue one. Para lograr esta perspectiva más adulta que guste al público original de las películas, la franquicia tiene muchas opciones y tenemos como ejemplo de esto lo que logró hacer Joker, desmarcándose de las típicas películas de superhéroes. Pero para esto el estudio debe correr el riesgo y no temer a la clasificación adulta.
