Víctor Ramírez Pérez, socio fundador del colectivo canario LGTB GAMÁ ,visitó la Universidad de La Laguna para participar en la segunda jornada del Encuentro de Historia sobre la transición en Canarias que tuvo lugar durante la tarde de ayer, martes 25 de abril, en el Aula Elías Serra Rafols de la Sección de Geografía.
Su discurso, denominado El colectivo canario de hombres y mujeres homosexuales: pioneros del movimiento LGTB en Canarias durante la transición, recogió el nacimiento de las primeras agrupaciones y las principales actividades desarrolladas hasta su desaparición. “Se trata de acontecimientos que se olvidan al hablar del período que abarca desde la caída de la dictadura hasta la instauración de la democracia”, criticó Ramírez.
El movimiento homosexual en España surgió en la década de 1960 a través de distintas campañas clandestinas realizadas por los activistas catalanes y, tras el año 1975, se forma el Frente de Liberación Gay de Cataluña. Al mismo tiempo, en el Archipiélago se creó el colectivo Homosexuales Unidos Canarios (HUCA) y, posteriormente, el Colectivo Canario de Mujeres y Hombres Homosexuales. “En la primera concentración convocada en las Islas, tuvo mucha importancia la participación del grupo de mujeres transexuales”, afirmó el ponente.
“La principal causas por la que se crean estos grupos es la violencia por parte de la Iglesia Católica»
“La principal causas por la que se crean estos grupos es la violencia por parte de la Iglesia Católica, aunque poco a poco se toma conciencia política”, continuó. Según Víctor Ramírez, se trataba de un movimiento muy vinculado a la izquierda radical, en concreto con el Partido Unificado Comunista Canario (PUCC), “pero su estrecha conexión con el feminismo lo consolidó en contra del sistema burgués capitalista que estaba establecido”. “El colectivo homosexual no quería cambiar el sistema, sino destruirlo”, añadió.
“Se pretendía liberar todas las sexualidades reprimidas hasta el momento por el sistema burgués”, declaró el activista. Entre las exigencias que reclamaban los colectivos LGTB se encontraban la legalización de los propios grupos, la abolición de las leyes contra la homosexualidad, como la Ley de Peligrosidad, o el derecho a una educación sexual.
Aludiendo a lo llamativo de que el matrimonio entre personas del mismo sexo se legalizara en España en el año 2005, Ramírez concluyó asegurando que «aún queda mucho por avanzar».