La cadena de establecimientos Decathlon comercializa un modelo de máscara de buceo llamada Easybreath. Cubre toda la cara y permite respirar con más facilidad cuando se practica esnórquel. Médicos italianos descubrieron que puede modificarse y funcionar como un respirador temporal para destinarlas a pacientes leves de COVID-19. Con el aumento de contagios y fallecidos, se buscan soluciones para lograr su contención, es por ello por lo que comunidades autónomas han solicitado a la ciudadanía la donación de este material.
El Ayuntamiento de Mollet, en Barcelona, realizó las gestiones con la empresa deportiva, que donó todas las que tenía disponibles y se ofreció para conseguir más en caso de que fueran necesarias. El alcalde de la Ciudad, Josep Monràs, agradeció enormemente el acto de solidaridad. Asimismo, dedicó unas palabras a los habitantes por la ayuda prestada y colaboración que demostraron en esta época de excepcionalidad: «Especialmente a los enfermos que padecen el coronavirus en primera persona y a los familiares que han perdido algún ser querido».
Avalancha de vecinos solidarios
La Institución, que esta conectada permanentemente con el Hospital al que fueron donadas, informa que por ahora el centro tiene sus necesidades cubiertas para luchar contra la enfermedad. La cantidad aportada por los vecinos fue suficiente para afrontar ese momento de crisis. Sin embargo, se ha quedado algunas reservas por si necesitaran volver a transformarlas en respiradores.
Monràs por otra parte, también dio su apoyo a las personas trabajadoras, autónomos y empresarios que sufren los efectos de esta situación. «No tengan ninguna duda de que invertiremos todos nuestros esfuerzos y priorizaremos lo necesario para ayudar, dentro de nuestras posibilidades, a todos, y no dejaremos abandonadas a las personas y familias más vulnerables», afirmó.
Profesionales de diferentes centros en España como el Hospital Santa Tecla de Tarragona, comprueban activamente la funcionalidad de las Easybreath. El equipo sanitario asegura, a través de las redes sociales, que en principio no se recogerán más máscaras, ya que primero deben probar su eficiencia.
