ULL Debates vivió en la noche de ayer, martes 30 de octubre, una nueva sesión del ciclo, donde se disertó acerca del programa de Renta Básica Universal Incondicional (RBUI), una propuesta social que ha ganado mucho peso en la actualidad. Este evento fue organizado por el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad. El acto comenzó con la presentación y posterior proyección del documental RBUI, nuestro derecho a vivir (2018), introducido por su director Álvaro Orús.
El documento audiovisual repasó los aspectos positivos de la renta básica analizados por algunos de sus defensores, como economistas, políticos, voluntariado e incluso cineastas. Las ventajas sociales que esto implica hacen que se muestre como un derecho necesario que debería ser instaurado para favorecer a una mayor igualdad. Otro de los puntos en los que se apoya es que un aumento de la masa monetaria acabaría con gran parte de la exclusión social a causa de la pobreza, así como otorgaría una mayor capacidad para elegir un trabajo. Todo esto, permitiría un empleo de mayor calidad o la posibilidad de una mayor independencia financiera para aquellos no asalariados.
Un documental inauguró el acto
De igual manera, se explicó cómo se podría llevar a cabo para que fuera rentable, basándose en una modificación el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas(IRPF) como fuerza impulsora de la financiación. En este sentido, se reseñó que la principal solución es aumentar la presión fiscal sobre los individuos que ganan más anualmente. Además, el documental hizo hincapié en la necesidad de creer en la voluntariedad de las personas aún teniendo un ingreso garantizado.
Tras esta inauguración, comenzó el coloquio, que fue coordinado por la periodista Juana Pérez Montero, también redactora de Pressenza en España. El debate contó con tres participantes: Javier Mendoza Jiménez, doctor en Economía por la Universidad de La Laguna; Daniel Raventós Pañellas, doctor en Ciencias Económicas y profesor titular en la Universidad de Barcelona, y María Teresa Quintanilla, presidenta del colectivo Humanistas por la Renta Básica Universal.
Mendoza: «Si no fuera necesario trabajar para tener un ingreso básico, a muchos nos costaría cambiar de mentalidad»
La mediadora comenzó preguntando acerca de las medidas que se están tomando alrededor del empleo garantizado. En este sentido, Mendoza mostró su preocupación con respecto a la economía social y el tercer sector. «Se crean puestos de trabajo de seis meses a un año, y esto supone un problema en cuanto a la estabilidad económica de los trabajadores», afirmó.
También declaró que la contratación pública está en ocasiones mal remunerada, indicador de un problema que va más allá de las empresas. Sobre el establecimiento de una Renta Básica Universal, el ponente expuso que ve necesario un cambio de mentalidad en la población, además, determinó que «si mañana nos dijeran que no tendríamos que trabajar para tener un ingreso básico, a muchos de nosotros nos costaría asimilarlo».
Por otro lado, Quintanilla centró su intervención en las razones por las que este ingreso seguro está siendo tan discutido en los últimos tiempos. Admitió que viene a raíz del trabajo de los activistas, de las acciones especiales puestas en marcha, como la Iniciativa Ciudadana Europea, y también por el traslado de esta idea al plano político por parte de algunos partidos. «Si Podemos no hubiera hablado de la renta básica a lo mejor no hubiera estado en boca de todos», aseveró.
Quintanilla: «La dignidad es inherente a la calidad del ser humano»
El debate giró entonces sobre el concepto de dignidad. Quintanilla, como declarada humanista, dijo que entiende que las personas son valiosas e importantes desde el nacimiento y que esto no se respeta. Expresó sentirse «insultada ante el sufrimiento de cualquier individuo, ya que la dignidad es inherente a la calidad del ser humano».
Asimismo, desarrolló el concepto de la universalidad y reseñó que la Renta Básica debería ser para todas las clases sociales, al igual que la sanidad o la educación. «Ahora bien, aquellas personas que acumulan riqueza, tendrían que aportar una parte importante de esta al bien social», argumentó.
La cita llegaba a su fin y Raventós ilustró a los asistentes con un estudio de viabilidad que realizó con dos compañeros analizando dos millones de IRPFs, a raíz del cual interpretó que era posible una distribución de la riqueza. Según los cálculos, el 20% más rico era capaz de mantener una renta básica para el otro 80% igual al umbral de la pobreza, unos 650 euros.
Raventós: «La renta básica es una necesidad para poder ser libres»
A continuación, el coloquio pasó a la definición de la RBUI como medida de política económica. Pérez Montero le preguntó entonces al docente de la Universidad de Barcelona si sería necesario un nuevo sistema para integrar este ingreso garantizado. En este tema se detuvo Raventós, y remarcó que, indudablemente, tendría que haber un cambio de paradigma a nivel financiero. «La renta básica es una necesidad para poder ser libres, pues quien no tiene los bienes materiales no lo puede ser».
Finalmente, los espectadores comenzaron la ronda de preguntas, que apuntaron a la cuestión de la fuga de capitales ante la imposición de un impuesto muy alto sobre las grandes fortunas. El doctor en Economía de la ULL expresó que considera que se demoniza a los empresarios, los cuales no tendrían por qué cambiar su domicilio para no sufrir una alta recaudación. Raventós, en cambio, declaró con ironía que «lo mejor es un trabajo esclavo para que no se marchen».