«Se podrían construir parques con árboles en vez de lápidas»
Miriam Almenara es una antigua estudiante de la Universidad de La Laguna y graduada en Ciencias Ambientales que con su proyecto, Germinar el Cementerio de Las Manchas, pretende ayudar en la reconstrucción del Valle de Aridane. Su propuesta forma parte del programa Volcán de Talento. Además, su idea recibió uno de los premios que otorgó la Cátedra DISA de Jóvenes Emprendedores de la ULL a las iniciativas mejor valoradas sobre Soluciones para La Palma.
Almenara declara que este proyecto tiene como objetivo ayudar a que las familias puedan llegar a los nichos que se han visto afectados por el volcán sin modificar el medio: «Sería poner unas plataformas de madera que permitirían acceder a las personas sin tener que arar ni tener que utilizar maquinaria para tener que quitar el malpaís».
También, dentro de su propuesta se encuentra la idea de poner en los árboles unos códigos QR que al ser escaneados darían acceso a la información de la persona que se encontraba en el nicho como la fecha de nacimiento y de defunción, alguna fotografía si la familia lo desea y el contexto histórico. «Si esa persona es docente, hablar sobre la vida del profesorado en esa época o si hay algún niño o niña, contar la infancia que había», apunta Almenara.
Premio de la Cátedra DISA de Jóvenes Emprendedores
El pasado mes de febrero Miriam recibió el premio de la Cátedra DISA de Jóvenes Emprendedores de la Universidad de La Laguna, al ser una de las propuestas mejor valoradas por una comisión técnica, formada por docentes y profesionales expertos en el ámbito del emprendimiento.
«Al final es un proyecto grande y ocupa muchas cosas, hay veces que digo tal vez es demasiado para mí y recibir el premio significó que no lo estoy haciendo tan mal», señala la joven. Además, dice que este reconocimiento a hecho que esté más motivada para continuar trabajando en la reconstrucción del camposanto: «Me ayudó a ilusionarme más y no desistir».
Almenara apunta que comenzó a trabajar en la iniciativa de Germinar el Cementerio de Las Manchas hace seis meses, un proyecto que según ella ha ido cambiando con el tiempo. Al empezar, pensó en la propuesta de los arboles y los QR pero «hablando con gente del Ayuntamiento y familias fue surgiendo la idea de acercar el código a las personas mayores y darles una mesa en la que estuvieran tuvieran los nombres físicos».
Una idea que nació durante la Pandemia
Por otra parte, explica que esta idea surgió en la Cuarentena mientras veía las noticias de como los cementerios estaban llenándose, y que cada vez somos más en el Planeta y el espacio es limitado. Además, explica que al conocer a una persona que tenía parientes en el camposanto de Las Manchas decidió plantear esta propuesta: «Me dijo que no se atrevía a ir a la zona después del volcán. Lo veía como algo negro y no notaba que estuviera allí su familiar y le gustaría que hubiera algo bonito, una forma de referencia».
Además, indica que su idea para recuperar la parte afectada por la lava sería mucho más económica que otras propuestas. «Lo que se ofrecía antes era excavar y llegar a los restos, sacarlos, y hacer un análisis de ADN», subraya. También, en el caso de que se optara por este proceso «no se sabe en qué condiciones van a estar los restos, se tendría que analizar cada uno y habría que construir nuevos nichos».