Con motivo de la II Semana de la Solidaridad y Voluntariado de la ULL la pedagoga y emprendedora social, Roser Batlle, visita la Universidad de La Laguna para ofrecer una ponencia relativa al concepto que lleva defendiendo y difundiendo durante años: el Aprendizaje-servicio (Aps). La integrante de la junta directiva de la Red Española de Aprendizaje-Servicio; del Centro Promotor de Aprendizaje Servicio de Cataluña; de la Fundación Zerbikas del País Vasco y de la Red Iberoamericana de Aprendizaje-Servicio, entre otras organizaciones, llevará a cabo hoy, desde las 20.00 horas en el Paraninfo universitario, una conferencia dentro del evento ULL Debates.
Uno de sus principales objetivos como pedagoga y emprendedora social es la difusión de lo que conocemos como aprendizaje-servicio (Aps) ¿En qué consiste este concepto? «En aprender haciendo un servicio a los demás. Sé que suena tonto y poco sofisticado, pero no es nada complicado. Cualquier cosa es susceptible de ser aprendida al tiempo que haces algo útil para los demás y para ti porque estás prestando una ayuda».
¿Podría ponernos un ejemplo real o proyecto en este sentido? «Por ejemplo, unos estudiantes de Ingeniería de una universidad se ponen en contacto con el ayuntamiento de un pueblo rural muy pequeño que tiene un índice de contaminación en el agua muy alto. Estos chicos, que están haciendo su Trabajo de Fin de Grado, buscan ciertas soluciones que sean económicas y se ponen en contacto las autoridades para investigar y analizar el agua. Ensayan diversas soluciones en su trabajo hasta que encuentran la definitiva. Así hacen un trabajo de investigación estupendo y a la vez un servicio al pueblo. O, por ejemplo, jóvenes de un instituto que reciben una clase de Biología por parte del banco de sangre de la población. Se les presenta el problema y la necesidad de donar para luego invitarles a crear su propia campaña de donación de sangre. Con ello aprenden habilidades comunicacionales, organizativas y ayudan al banco de sangre».
El término aprendizaje-servicio surge en Estados Unidos en los años 60 como Service-learning, ¿cómo llega a nuestro país y quién lo impulsa? «Es una cuestión larga que explico en mi libro El aprendizaje servicio en España. Pero ya existía en los años 40 en México y Estados Unidos, a pesar de crear el concepto en los años 60 los americanos. Este se ha extendido por toda América Latina. Argentina es el lugar donde mejor se desarrollan estos proyectos. En cambio, en Francia aún no se pone en práctica y en Italia se está dando a conocer. En España podríamos decir que llegó en 2003-2004 de la mano de argentinos».
«No tengo una visión apocalíptica de la educación en España»
España está en la cola en cuanto a educación en todos los rankings internacionales. Hoy ofrecerá una ponencia dentro del evento ULL debates y el título del mismo se pregunta si es necesaria una revolución pedagógica. ¿Qué respondería a esta pregunta? «Yo lo que creo es que si por revolución entendemos reenfocar la educación al servicio de la sociedad, entonces sí. La educación tiene que servir para mejorar el mundo. Lo que me parece peligroso de hoy en día es el discurso del talento enfocado al beneficio exclusivamente personal. Con los problemas que tenemos, la crisis ambiental, la pobreza y desigualdad, o ponemos la educación al servicio de la mejora de la sociedad, o ya nos podemos despedir. A pesar de esto, no tengo una visión apocalíptica de la educación en España, ya que hay cosas que funcionan bien y en las que somos mejores que otros países».
Hoy comienza en la Universidad de La Laguna la II Semana de Solidaridad y Voluntariado, ¿qué opina de este tipo de eventos? «Me parece muy bien cualquier acto que tengan que ver con esto. Lo que a mí preocuparía, en condicional, es que el enfoque de estos eventos fuera excesivamente asistencial. Es decir, hay un problema, nosotros somos buena gente y vamos a ver si podemos ayudar, pero no vamos a la raíz de la cuestión: ¿Por qué pasa esto? Y si pasa, ¿quién es el responsable? ¿Y qué hay que hacer para que no pase? ¿Y cómo movilizarnos para ello? Si estamos hablando de niños pequeños es difícil porque no tienen el pensamiento abstracto, pero si hablamos de la universidad sería absurdo que en estos espacios no se investigaran las causas de los problemas. Así que yo creo que una de las cosas más importantes, cuando tienen lugar estos eventos en las universidades, es no solamente la movilización por afecto o emoción, sino la movilización por la parte de ética, valores humanos y derechos».
«El aprendizaje-servicio no es una panacea, pero todo estudiante debería vivirlo una vez en la vida»
Decía Ruben Darío en uno de sus poemas: Juventud divino tesoro ¿Cree en la juventud de hoy en día? Y, ¿cuál es la respuesta de estos jóvenes ante este tipo de actividades? «Si no creyera en las personas no estaría haciendo lo que hago. Los periodistas son pesimistas por naturaleza y por ello las noticias siempre son negativas. En cambio, los educadores no podemos permitirnos este lujo y debemos ser optimistas. Y con respecto a lo segundo, nunca he recogido una experiencia negativa, incluso en la universidad siempre ha habido colaboración y motivación por parte del alumnado. El aprendizaje-servicio no es una panacea, pero todo estudiante debería vivir estas experiencias una vez en la vida».
¿Impulsan las administraciones públicas locales el aprendizaje-servicio? «Con respecto a las locales, hay una red de ayuntamientos, coordinada por el de Hospitalet, que mueven política públicas de Aps en sus territorios o municipios. Precisamente la red española, que es donde yo estoy, ha llegado a un acuerdo con esta red para que cada año el encuentro estatal lo acoja un ayuntamiento diferente. Este año será en Hospitalet y el siguiente en Coslada. En este conglomerado hay como unos 30 ayuntamientos de todo el Estado que han descubierto que el aprendizaje-servicio funciona como herramienta doble: mejorar el éxito escolar y la cohesión social. Pamplona es un buen ejemplo de esto u Hospitalet, en el que se llevan a cabo más de 100 proyectos entre 40 centros y 77 entidades sociales».
¿Y las autonómicas? «En las comunidades autónomas el interés es progresivo. Hace 4 años la Generalitat de Cataluña puso la vista en estos trabajos y vieron que los resultados de impacto en secundaria eran muy buenos. Así que, hoy en día, hay una práctica de este estilo para 3º y 4º de la ESO y se espera que sea obligada en 2019. En Canarias también lanzaron una convocatoria para apoyar proyectos canarios de Aps relacionados con el medioambiente. En cambio, Aragón y Navarra aún están en ello».
«En Hospitalet se llevan a cabo más de 100 proyectos de Aps entre 40 centros y 77 entidades sociales»
¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en este aprendizaje-servicio? «Juegan tres papeles. Primero, como objeto de aprendizaje-servicio, por ejemplo, jóvenes que enseñan informática a los mayores. Segundo, como vehículo, en Campo de Criptana (Castilla La Mancha), jóvenes de un instituto trazaron un recorrido turístico por los molinos con códigos QR. Se familiarizan con esta tecnología y ofrecen el itinerario a los turistas. Y el tercer enfoque sería cuando las tecnologías acompañan el proyecto, como son los talleres de memoria para ancianos que se difunden por redes sociales, blogs…”.
En una clase de la asignatura Comunicación y Educación en Periodismo nos invitaban a diferenciar dos términos: formación y educación ¿Cómo los distinguiría usted? «Creo que desde el mundo educativo el término educación se globaliza más y el concepto formación queda más profesionalizado. En una escuela infantil de 0 a 6 años se habla más de educación que de formación y cuando estamos hablando de adultos es lo inverso. En cambio, entre lo que sí veo diferencia es entre instrucción y educación. Durante mucho tiempo estos dos conceptos se han confundido, pero yo no rechazo ninguno. A veces es necesaria la instrucción para la educación».
Y los medios de comunicación, ¿cómo contribuyen a la educación de la sociedad y qué deberían mejorar? «Los medios de comunicación convencionales, digitales y las redes sociales contribuyen mucho para bien o para mal a la educación. El caso de Twitter, en particular, es un mal ejemplo, pero otros sí son referencia a la hora de ser sensibles a los temas sociales y reflejar lo bueno que ocurre. Muhimu, United Explanation o la plataforma PlayGround son algunos ejemplos. Pero, al fin y al cabo, son excepciones. Yo viajo mucho en AVE a Madrid y te tengo que confesar que ya evito leer las portadas del ABC, El Mundo o La Razón en la cafetería porque se me amarga el viaje con tantas difamaciones, mentiras…».
¿Qué opina sobre la petición de La Unión Sindical de Inspectores de Educación a la Fiscalía de Menores para que investigue la participación de escolares en actos de apoyo al referéndum catalán? «Si te digo la verdad, aún no he leído esa noticia. Pero yo creo que si hay un centro que vulnera los derechos de los niños hay que investigarlo, en este tema y en cualquiera. No quiero juzgar una noticia que no he leído, pero se deberían dar nombres y apellidos y no realizar una acusación global. Las suposiciones se deberían confirmar siempre».