En 2018 la música urbana española cambió para nunca volver a ser lo que era. Tras su fructífero paso por BNMP y Toska Runners, las primeras agrupacionales musicales de las que formó parte, un joven, inexperto y sin kilometraje en la industria, Cruz Cafuné, presentaba su primer álbum de estudio: Maracucho Bueno Muere Chiquito. Este refrán venezolana habla de las personas buenas que son anuladas por sus propio entorno. Tras conseguir numerosos discos de oro y sacar otros dos álbums, el éxito reluce por sí solo en los conciertos gracias a sold outs por toda España, pero hace años este éxito no estaba claro.
Hoy sábado, 16 de marzo, se cumplen seis años de MCBMC (las siglas con las que se conoce este álbum). Este disco es una experiencia auditiva a modo de history telling. Trata de contar una historia con el transcurso de las canciones. Una no se entiende sin la anterior. Cruzzi relata en este trabajo la historia de un joven canario sumergido en el mundo las drogas y la delicuencia y que trata de salir de este ambiente. El amor es el sol que le ilumina, lo que le señala el camino, pero la mala vida le hace fallarse a él mismo y a su amada y le introduce en una disyuntiva tóxica y desleal.
Junto a Dano, Dawaira, Malcriao, Sholo Truth, Lex Luthorz, Choclock… Cruz Cafuné despertó el paladar a toda una generación. En 2018 se presentó a España y al Mundo. Este disco aún para muchos sigue evocando olores, momentos, amores, lugares y sensaciones. Este trabajo ha sido la banda sonora de mucha gente. Una especie de late motiv común de una generación. Un disco con un legado todavía por detallar y entender.
«El primero en hacer música cristiana»
Carlos Bruñas, mejor conocido como Cruz Cafuné, es un artista de Tacoronte que se crió en el seno de una familia cristiana. Su madre, profesora de Religión, involucró al pequeño Carlos en la religión. Bruñas siempre ha dejado ver su ateísmo allá dónde ha ido, tanto es así que ha llegado a hacer música de esta índole o con títulos con esta premisa: Amén, Corintios 13:12, Me muevo con dios, Virgensita, Génesis 3:19 . Incluso, en este disco, podemos ver como todos los videoclips empiezan con una cruz. La constatación, es su último disco, Me Muevo Con Dios.
Aunque no se mantenga una temática cristiana en su letras, hay quienes obtuvieron un título influenciado por la devoción del artista. El primero de los temas de MBMC es un ejemplo de música cristiana. Maracucho Bueno/Muere Chiquito es una canción que se divide en dos: la primera, con una temática religiosa y la segunda, alejada de toda esta conceptualidad. En esta primera parte se habla de dios, del señor, de como este «le debe guiar» y «es su luz». De un momento a otro, tras un audio, todo esto cambia. Una marcada mutación que demuestra de que va este disco.
Flexeo, honor y amor
El flexeo es una palabra anglosajona que habla de lucirse, alardear, presumir. Esta es una especialidad de Cruzzi. Un recurso muy americano al que Carlos siempre hecha mano. Junto al amor y honor, Cruzzi basa esta obra. MBMC es un trabajo que trata estas tres conceptualidades y las divide casi en partes exactas. El amor es uno de los valores que más envalentonan al artista. Uno de sus sellos personales.
Cruzzi es único en su estirpe cuando tiene que agarrar la pluma y plasmar lo que siente. Un poeta de la vieja guardia.
Casi como si lo hiciese aposta, Carlos divide en estos tres conceptos su disco. Sobre amor, podemos encontrar: Cuenta Conmigo, Coquito la Pieza, Te enamoraste de un G, de Ayer para Hoy y Bandida. Sobre honor: Único, No hay Perdón, Ahí Fuera (No hay reglas), Todos Esos Golfos y Chivatos. Sobre flexeo: Forbes, Tokyo Drift, y Majalulo. Están casi perfectamente ordenadas. Tras una, va la otra y después, otra con distinto concepto.
Cruzzi es un enamorado del mundo anglosajón. Estados Unidos y Londres siempre han sido culturas y sonidos en los que se ha inspirado. Drake, Kendrick Lamar, Westside Gunn, 50 Cent, Compton Most Wanted, R. Kelly, Biggie y Lil Wayne…El rapero de Luisiana es uno de los GOATS del rap. Un artista al que Cruzzi decidió hacer un tributo en su tema Un fleje. Este tema es una especie de parodia de A Mili, uno de las canciones más importantes de la carrera de Lil Wayne. Un reconocimiento de Cafuné al que para él, es de los más grandes de la historia.
Una obra atemporal
Maracucho es una obra por la que no pasa el tiempo. Es de estos trabajos a los que puedes volver y seguir sacando matices que antes no habías escuchado. Una especie de cebolla musical con infinitas capas, la cual según tu mood, aprieta de una forma u otra. Tiene música para cada momento y puede envalentonarte o sumirte en una depresión acordándote de ese primer amor.
Este álbum es para muchos su obra culmen y eso que Cruz ha llegado a sacar 2 discos más. Esto da a entender el trasfondo de MBMC. Para la generación a la que pertenezco, muchas canciones ambientaron muchos de nuestros primeros momentos o simplemente, otros cuantos, se acuerdan como el primer día donde estaban cuando escucharon esta obra magna de la música urbana española. Todo era distinto antes, éramos más ingenuos y cuando Maracucho salió, éramos felices y no lo sabíamos.
Los sentimientos y sensaciones que evocan en la gente no son casualidad. Es obra de uno de los mejores escritores de la musica urbana que jamas haya visto Canarias y España. Un poeta y un gangster, un bruto y un delicado: ese es Cruz Cafuné. Un artista capaz de acoplarse en tantos registros y poder ser el mejor en todos. Un referente para las 8 Islas y cada día más, para los de fuera. La cruz de ser el mejor, es de Cruz Cafuné.