La función Candlelights: Tributo a Coldplay, se presentó este pasado sábado, 8 de junio, en el Magma de Costa Adeje. El espectáculo contó con una duración de una hora, con el cuarteto de cuerda Ikaro Quartet como intérpretes. El numeroso público presente disfrutó de los más de veinticinco años de trayectoria en la industria musical de la banda británica. Una auténtica obra maestra que emocionó de principio a fin.
El reloj aún no marcaba las 19.00 horas y el público ya esperaba con ansias la entrada a las puertas del recinto. Los pasillos, decorados con velas, poseían cierta magia, aportando una mayor belleza al espectáculo.
19.15 horas, ocurre lo que todos estaban esperando, se apagan las luces. Los cuatro músicos se suben al escenario, recibiendo un caluroso aplauso. A partir de ese momento, tres violines y un violonchelo fueron los encargados de dar melodía a la primera canción, Clocks. Tras esta interpretación, se presentaron, iniciando el recital con el álbum debut de Coldplay, Parachutes.
«Es increíble la emoción que transmiten»
De Parachutes, las más conocidas del repertorio. Comenzó con Shiver, para finalizar el recorrido del disco con Yellow, su canción más reproducida en las plataformas digitales. El público se animó a tararear la melodía con ellos, y a pesar de que no se podía realizar grabaciones durante la función, algunos no pudieron evitar inmortalizar el momento.
Luego, Rush Of Blood To The Head, una pieza de 2002 que relata la toma de decisiones por un impulso, su antes y después, con canciones como The Scientist. Desde los primeros acordes, se cantó en voz baja. El Cuarteto no descansó ni un segundo.
La despedida fue con A Sky Full Of Stars, del álbum Ghost Stories. Canción donde se compara el sentimiento de amar a alguien, con un cielo repleto de estrellas que ilumina la oscuridad.
Cuando parecía que el evento había llegado a su fin, los artistas intervinieron: «Esto no ha acabado aquí, ¿quién reconoce esta última canción?». Fue entonces cuando Viva la vida inundó la sala. Nadie se la esperaba, no se encontraba en el repertorio del evento. Fue una auténtica bocanada de aire fresco y la guinda del pastel para una noche impecable.