Las Jornadas Nacionales en honor al Día Internacional de la Mujer cerraron el pasado jueves, 11 de marzo, una actividad concebida por el comité temático Salud Reproductiva, Sexualidad, VIH/Sida y otras ITS (SCORSA). La charla denominada Rompiendo estereotipos: cuando no encajas en el molde, iba dirigida a los falsos perfiles de maltratador y víctima. Así, se abordó la culpabilización, pretendiendo formar y mostrar un mensaje de lucha contra la violencia de género que a día de hoy se sigue generando. La encargada de dirigir este encuentro fue la psicóloga Elizabeth Clapés.
Esta conferencia trató temas relacionados con la aspereza que vive el género femenino, los rasgos de las personas que provocan dicha ofensa, las familias que prueban a protegerlas y, sobre todo, el sentimiento que sufren las mujeres después de ser abusadas por un hombre. La violencia de género no elimina el maltrato masculino o infantil, pero no va arraigado al género y por tanto constituye a una categoría diversa.
Clapés: «Las personas que estamos fuera (del escenario de maltrato) no lo vemos todo»
La profesional señaló que loas figuras que pretenden ayudar no saben cómo hacerlo o lo realizan mal. Esto ocurre debido a que no controlan cómo manejar los sentimientos ni mucho menos tratar de levantar el ánimo, nadie es capaz de sanar todo el dolor de una mujer maltratada, ni siquiera un juez. En este tipo de situaciones, lo mejor es mostrarle todo el apoyo, sin repetir los actos que ha vivido o intentando que se sienta inferior, ya que como dice Elizabeth Clapés: «Los que estamos fuera no lo vemos todo».
En ocasiones, la persona allegada intenta, según Clapés, «avisar de este tipo de acoso diciendo que no es amor o que la persona que está a su lado no la ama». Este tipo de comentarios ocasiona una falta de confianza hacia la mujer porque ella piensa que sí es amor, ese dúo que se encuentra viviendo violencia de género se quieren, pero mal. El agresor realmente la quiere, a su manera de amar y se lo va a transmitir. Lo más adecuado es convertirse en un refugio, uno seguro para que ellas puedan escapar de todo esa pesadumbre sin sentir vergüenza.
En la actualidad hemos romantizado el amor tóxico
La juventud no ve la gravedad de estos hechos, simplemente lo ven como un amor de verdad e, incluso, piensan que es sano. Todo esto origina los celos que frecuentemente se ven en las series y en los libros, o el chico protector que la mayoría de chicas desearían tener. Todas estas posiciones dan resultado en una sociedad patriarcal que no es competente de reconocer un abuso e intentar pararlo.
Clapés manifestó con gran franqueza esta afirmación: «Una cosa es que tu pareja te proteja y tu lo protejas a él, y otra muy diferente es que esta te coma con papas, te convierta en una niña invisibilizada a su lado, que te tape y el vaya por delante, que es lo que sucede en muchas películas». Esto se da mayoritariamente en adolescentes de 15 o 16 años que están acostumbradas a ver todo este tipo de atropello sin que ninguno les muestre la realidad.
El seminario finalmente acabó con una reflexión acerca de la credibilidad que le damos a las féminas a pesar de que nos declaran la soledad, el miedo y la incertidumbre de sentirse tan vulnerables por los hombres. Como dijo la especialista : «Hay alguien de quien nunca dudamos y es de quien esta muerta».