El arquitecto y fotógrafo de El Salvador Buraian Kan es un joven comprometido con el cuidado del medioambiente que destaca en la Bioconstrucción. A través de su trabajo fusiona su pasión por el diseño y la construcción con su deseo de proteger y preservar el entorno natural. Con una visión innovadora, utiliza los materiales más sostenibles y técnicas eco amigables para crear espacios habitables en armonía con la naturaleza. A pesar de ser una de las ramas menos visibilizadas que la arquitectura, encontró la felicidad en ella y se convirtió en un referente en redes sociales para quienes desean construir un futuro mejor para el Planeta.
Kan tenía claro desde muy pequeño su sueño de ser arquitecto. Pasaba horas haciendo dibujos y reorganizando su casa. Luchó por conseguir un hueco en la profesión y consiguió su objetivo. Tiempo más tarde, tras no encontrar trabajo, decidió con los pocos recursos de los que disponía crear su propio proyecto llamado Jaraguah en el que crea diferentes construcciones y plantea hacer un campo experimental para estudiantes de Arquitectura o un área de diseño donde el estudiantado pueda aprender y tener la experiencia que tuvo el creador. «Tratamos de recuperar sistemas tradicionales de construcción salvadoreña y usarlos para crear un alojamiento o una villa ecológica», explica.
La Bioconstrucción tiene beneficios que se van dando a largo plazo, por ejemplo, dejar de utilizar aparatos electrónicos para la climatización de la zona, que ayuda a que el impacto ambiental sea menor. Se piensa en la integridad del terreno y en la protección de sus alrededores para no perjudicarlos. El arquitecto cuenta que «también es importante la concienciación que se crea al ver los resultados positivos al pasar los años, ya que la población local tratará de replicar nuestro trabajo».
«Las construcciones tradicionales no son de personas pobres»
Buraian Kan comenta que intenta siempre utilizar materiales locales para disminuir la huella de carbono, pero «no siempre se puede emplear». Además, aclara que «hay que conocer la zona en donde se va a construir» para saber cuales son los recursos indicados para cada construcción. «Cuando construimos en la zona norte de El Salvador utilizamos pino indio y descostillo de pino. Sin embargo, en la zona costera utilizamos teca», afirma.
El arquitecto también comparte sus creaciones en redes sociales, ya que cuenta con más de 50 000 personas que le siguen. Trata de explicar, mediante un lenguaje no especializado, las bases para que quienes lo siguen logren comprender desde una perspectiva diferente este tipo de arquitectura. Además, manifiesta que «las personas están abiertas a propuestas medioambientales y a un tipo de arquitectura diferente».
El fotógrafo explica que su objetivo es poder crear conciencia medioambiental y enseñar a las personas que hay sistemas tradicionales de construcción muy propios de una región. «Hay que mostrarle a la ciudadanía que estas construcciones no son de personas pobres como se ha pensado a lo largo de los años», concluye.
