La lluvia y el frío de una noche lagunera quedaron combatidos por la candente actuación que ofreció ayer la Big Band en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna (ULL). El concierto estuvo dirigido por Kike Perdomo, compositor, presidente de PROMUSIC (Asociación de Profesionales de la Música de las Islas Canarias) y uno de los saxofonistas más reconocidos del jazz español. En el acto destacó la pieza de Duke Ellington, Caravan, que invitó al público a aplaudir desde la primera nota.
Se apagaron las luces y el silencio se hizo en la sala. El ambiente estaba cargado de expectación e incertidumbre, ya que la banda cuenta con una excelente base rítmica. Y empezó la acción. El vibráfono tintineaba mientras la batería, la percusión auxiliar, el bajo y el piano se preparaban para introducirse en la melodía. De pronto, acordes armoniosos comenzaron a resonar desde la derecha del escenario. Todo ello, mientras las cinco trompetas y los cuatro trombones despuntaban al ritmo del jazz, los saxofones altos, tenores y barítonos deleitaban a los asistentes.
Un swing fresco y llamativo
El entorno estalló cuanto sonó 88 Basie Street de Sammy Nestico, uno de los temas preferidos de los espectadores. Los elogios hacia los músicos fueron contundentes. El swing fresco y atrevido volvió a transmitir, una vez más, la verdadera particularidad del arte. La gran sorpresa de la noche floreció con la presencia del clarinetista Kepa Martínez, poco común en estas agrupaciones, quien aportó sensibilidad y una dulce armonía. En general, también se observaron varios solos por parte de la guitarra eléctrica, dándole un toque de rock al espacio.
A medida que se desarrollaba la actuación, el director fue presentando a todos los integrantes que componían el conjunto. Asimismo, Raúl González, saxofón tenor del grupo y estudiante del Conservatorio Superior de Música de Canarias (CSMC), comentó sobre el evento que “con este tipo de actuaciones se demuestra que la música es un adorno imprescindible para la vida”. Por otro lado, también afirmó que la “formación de un músico es muy expresiva y el sonido que una persona proyecta a través de un instrumento forma parte de su personalidad”.
Lo mejor, para el final
Cada vez faltaba menos para que el concierto del ciclo Jóvenes Intérpretes de la Universidad de La Laguna finalizara. La afluencia quería más. Para terminar la actuación con un buen sabor de boca, el conductor de la orquesta hizo interpretar a los artistas Caravan, con un arreglo de Michael Philip Mossman. Inmediatamente el público lo reconoció y los aplausos inundaron el salón. La buena labor del conjunto fue distinguida en este tema, por lo que todo el teatro se entregó a la música.
La velada terminó con un comentario de Perdomo. Agradeció el buen trato por parte del Paraninfo e invitó a la gente a ir a ver tocar más a los jóvenes. “Hay que apoyar a los músicos del Conservatorio. Vengan siempre a todos los conciertos de estos chavales, muchas gracias y nos vamos a cenar”, concluyó.
