Los nuevos nombres del módulo y las aulas de infantil. Foto: PULL

Aulas para Gambia

Solidaridad

La ONG Solidarios Canarios es una organización que opera en Gambia para brindar educación a la infancia y autonomía a la ciudadanía en general. Actualmente está desarrollando un proyecto para ampliar su centro escolar de Jalo Koto. Concretamente, está construyendo el aulario de infantil, que tendrá la capacidad de acoger alrededor de 90 niños y niñas. El nombre que han decidido ponerle al nuevo módulo, Isla Bonita, y a cada una de sus clases, Todoque, Las Manchas y El Paraíso, son un homenaje a La Palma y a los barrios que desaparecieron por la erupción volcánica del pasado año. Aún está abierto el plazo para realizar donaciones, que se pueden abonar a través de la página de la Fundación Mi Grano de Arena.

El presidente de la asociación, Carlos Sánchez, expone que el objetivo de la ampliación es «dar al alumnado de entre tres y cinco años una educación». El principal factor por el que los niños y las niñas no suelen acudir a la escuela es por la dificultad económica. Gambia es uno de los países más pobres del mundo, que cuenta con una tasa de analfabetismo del 50 %. Aunque la educación es pública, el material, al igual que los libros o los uniformes, sí tiene coste. El presidente de la organización añade que «hay mucha gente que, entre comer y llevar a sus hijos e hijas a la escuela, eligen no llevarles. Por eso la tasa de analfabetismo es tan grande».

La ONG proporciona un colegio totalmente gratuito, por lo que pueden acudir sin abonar tasas. Carlos Sánchez expone que apuestan por crear una secundaria «para no cambiarles de su centro, porque hay otros con malas condiciones y lejos de sus casas», aunque este es un proyecto a largo plazo. Además, quieren ampliar los cursos escolares para que no pierdan continuidad, que tengan una formación completa y ayudarles a cursar estudios universitarios. El presidente de Solidarios Canarios explica que no tiene sentido escolarizar a la infancia si posteriormente no puede terminar sus estudios.

La ONG busca mejorar la calidad de vida de la población


Solidarios Canarios nació en 2015 cuando un grupo de amigos decidió hacer voluntariado, y terminó creando un proyecto propio en Gambia. Actualmente, tienen un colegio de educación primaria, inaugurado en 2018, y un puesto de salud, que se abrió en febrero de 2022. La Organización quiere favorecer y apoyar la economía del país dando empleo a sus habitantes y escolarizando a la infancia de una forma totalmente gratuita.

En la escuela, además de educar, a cada integrante se le ofrece una comida al día. Al llegar a Gambia y conocer las necesidades que tenían, emprendieron la iniciativa de dar un bocadillo a cada estudiante. Al ver que con sus carencias económicas ese alimento no era suficiente, decidieron contribuir aportando una comida mucho más completa. Aunque actualmente cuentan con tres cocineras, en un futuro buscan aumentar este servicio creando un comedor.

Solidarios Canarios pretende, además, ayudar generando empleo y mejorando la calidad de vida de la ciudadanía gambiana. Muchas de la personas que trabajan en la Organización viven muy lejos del colegio, y tienen que alquilar casas para poder trabajar. El próximo proyecto que la ONG pretende realizar consiste en crear un lugar donde el personal, nativo de Gambia, pueda quedarse a vivir. El proyecto constará, en un principio, de diez casas para el profesorado, el personal de cocina y el puesto de salud.

Para recaudar el dinero necesario organizan diversos eventos y reciben donaciones. A consecuencia de la pandemia, no han podido realizar muchas actividades, aunque esperan recuperar esas iniciativas pronto. Por ahora, tienen activa la campaña de Buscando Bizum para un sueño.

«Hay que conseguir que los proyectos se muevan sin manos canarias»


La ONG busca darle autosuficiencia a la ciudadanía, que el colegio y el centro de salud se mantengan por sí mismos. «El personal es de Gambia y todo es para favorecerles», explica Carlos Sánchez.

Los uniformes para el colegio se comenzaron haciendo en Tenerife, hasta que decidieron trasladar esa labor a Gambia, e invertir el dinero en el país. Aunque no se trate de algo inmediato, la Asociación quiere seguir favoreciendo la economía contratando a un sastre propio para hacer la ropa del estudiantado, además de incorporar unos talleres de costura. Por otro lado, el puesto de salud, actualmente, cuenta con un médico y dos enfermeros gambianos. Es un proyecto reciente que poco a poco irá ampliando sus áreas.

Todas estas innovaciones y nuevas propuestas siempre cuentan con personal autóctono del país africano. «Para los proyectos, por desgracia, hace falta dinero», expone Sánchez. Disponen de objetivos a largo plazo que les gustaría poder implantar para seguir apoyando a Gambia, como crear zonas deportivas, aportar agua o luz a las casas o costear los estudios universitarios de sus alumnos, entre otros.

   

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