La segunda sesión del curso Realidades y discursos. Voces gitanas hoy tuvo lugar ayer miércoles 11 de abril en el salón de grado del módulo A de la Facultad de Educación. La ponencia La política y las políticas por, para, ¿con? los y las gitanas fue impartida por Manuel García Rondón, secretario de la Unión Romaní y excoordinador general de minorías étnicas en el PSOE de Andalucía. Durante la charla recalcó que los gitanos no quieren seguir siendo una cultura minoritaria sino compartir su conocimiento para que se les comprenda.
García Rondón explicó que a lo largo de la historia los políticos siempre los han tratado como conflicto dentro de la pobreza y la exclusión social y nunca como un tema monográfico. El movimiento asociativo gitano Unión Romaní surge para representar a este pueblo y tratar de conseguir la atención de las autoridades.
“Las administraciones públicas no nos consideran interesantes, ya no somos una minoría que les preocupe”
El secretario de la organización no gubernamental declaró que al gobierno le interesa que sean una minoría conformista e incluso, que se genere conflicto dentro de la comunidad para desviar su atención de lo que deben reivindicar: “Las administraciones públicas no nos consideran interesantes, ya no somos una minoría que les preocupe”.
Existe una clase media emergente que es invisible y que es considerada por la asociación como una militancia activa con el mismo estatus que el de cualquier otro ciudadano español. Uno de sus papeles es el de tratar de hacer ver a la parte excluida del pueblo calé que tienen una idea errónea acerca de su libertad: “Depender de los trabajadores sociales no es ser libre, que tu subsistencia dependa de ellos no es libertad”.
“Así se empieza una revolución, no esperando a que te la pague el Estado”
Por otro lado, Europa prevé su enfrentamiento al problema de la baja natalidad, pero esto no es un inconveniente para este colectivo pues siguen siendo prolíficos, lo normal en su cultura es que las familias puedan llegar a tener hasta 8 hijos: “Hay muchos planes sociales para fomentar el empleo entre los gitanos porque nos vamos a convertir en una mano de obra muy necesaria”.
El excoordinador general de las minorías étnicas en el PSOE andaluz explicó que históricamente hasta Marx rechazaba a su pueblo. Las poblaciones excluidas han sido consideradas un peligro para la clase obrera y ese es el cambio que según García Rondón se debe conseguir: “Hay que incluirlos en la clase obrera, pero no integrarlos. Ninguno quiere dejar de ser gitano”.
Finalmente, se hizo una reflexión acerca de los posibles fracasos de la Unión Romaní y la principal adversidad es la financiación. A pesar de contar con 26 000 afiliados solo 500 pagan la cuota mensual de 50 céntimos. Si el pago fuera de 1 euro al año y fuera efectuado por cada uno de los afiliados en 5 años habrían recaudado 1 500 000 euros: “Así se empieza una revolución, no esperando a que te la pague el Estado”.
