Victoria Stapells, antropóloga, junto al musicólogo Reverter analizaron la voz de María Callas y su carrera profesional en la conferencia celebrada ayer en el Auditorio Adán Martín de Santa Cruz de Tenerife. La artista obtuvo gran notoriedad y prestigio a partir de su prematura muerte en 1977. A día de hoy su legado está presente en la sociedad y es un referente musical para muchas personas.
Los expertos en música clásica hicieron un repaso de las obras más importantes que marcaron la corta vida de la soprano griega. El aria Casta Diva de la ópera Norma de Vicenzo Bellini fue un éxito para ella, pero a la vez un escándalo extraordinario, puesto que abandonó el concierto porque estaba enferma y no pudo cantar. Debutó por primera vez en Atenas con Tosca de Giacomo Puccini. Le siguen otros triunfos como Turandot, Gioconda de Amilcare Ponchielli y Puritani. “Esta ultima la catapultó al género dramático y al lírico ligero donde se vio que Callas podía realizar cualquier estilo”, afirma Arturo Reverter.
“María tenía muchas voces, se convertía en su personaje y transmitía lo que quería decir cada autor”, menciona Victoria Stapells. Los críticos musicales coinciden en que su voz no era especialmente bonita pero su arte se extendía sin problemas y llegaba a todas partes. Explicaron al público las principales características vocales como su elocuencia clásica, la dimensión trágica, una vibración interna que la hicieron única en el mundo de la ópera.
Para finalizar, ambos ponentes tradujeron e interpretaron unos audios de una clase dada por la cantante para transmitir a los asistentes la exigencia, la cercanía con la que interactuaba con sus alumnos. Lo más importante que les enseñó afirma Stapells es “la importancia de respetar al compositor; puesto que para ella los cantantes eran intérpretes que debían comunicar la música y servir al autor de las piezas que reproducía”.
