‘Anomia’ y los fondos de pintura canaria, dos exposiciones en el Cabrera Pinto

Artes y Humanidades

El Instituto de Canarias Cabrera Pinto acogió ayer, sábado 5 de mayo, la inauguración de dos salas artísticas. El acto comenzó a las 12.00 horas. La primera muestra, Anomia, pertenece a la creadora de origen italiano Laura Gherardi, cuya colección está situada en la planta baja del edificio mientras que en el piso superior se ubica la exhibición de fondos de pintura canaria, una recopilación que hasta ahora no había estado accesible al público. Las dos salas recibieron a numerosos invitados en su primer día. Se podrán visitar ambas exposiciones hasta el 1 de julio.

Gherardi pretendió reflejar con su trabajo, y a través de sus propias experiencias, el sentimiento de superación de situaciones difíciles así como que, ante esos eventos y frente a la propia muerte, siempre hay que sonreír. La artista no quiso hacer declaraciones puesto que su serie tiene mucho contenido poético personal que, si lo narra, podría aplanar lo que esta transmite y coartar la percepción de los espectadores. Sus creaciones utilizan un lenguaje artístico y pictórico, por lo que expresarlo con palabras modifica su esencia. Los materiales de su obra van desde el barro, papel, telas y huesos hasta restos de materiales encontrados en el fondo de un barranco durante sus habituales caminatas.

Arte canario


La exposición de fondos de pintura canaria está compuesta por tres tipos de cuadros: el retrato, el paisaje y los de la figuración a la abstracción. Estas variedades artísticas vienen acompañadas de breves explicaciones para los visitantes. El primer estrato tiene sus bases en el Renacimiento, momento en el que aparece el individualismo y los primeros retratos. Los lienzos expuestos entran dentro de la categoría de oficiales, representativos de las instituciones del Estado.

El paisaje es el género canario que se caracteriza por la diversidad y el contraste de la Naturaleza, y los graves cambios de luz de las Islas Canarias. Los pintores de la época se sentían atraídos por su entorno, lo estudiaban y lo reflejaban en su arte. El hallazgo del entorno como inspiración fue una importante contribución a la cultura del siglo XX.  Las láminas se enmarcan dentro del regionalismo, y los paisajistas como Bonín y Crosa afianzaron el panorama tradicional con una acuarela colorida, luminosa y clara, que reflejó una gran similitud con la realidad.

Por último, con respecto a la segunda mitad del siglo XX fue una etapa heterogénea que se tornó de la figuración a la abstracción. Los estilos artísticos podían llegar a solaparse, puesto que las corrientes europeas llegaban con retraso. Por lo tanto, los autores del momento se volvieron tendencia por sí mismos, siguiendo únicamente sus preferencias estéticas. Así, en esos años coexistieron el lienzo figurativo y las vanguardias.  Todos los artistas de la exposición tienen en común la gran aportación en el patrimonio artístico canario.

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