El actor grancanario a sus 20 años ya ha participado en dos largometrajes de reconocido prestigio nacional e internacional. Tras ‘Maktub’ vuelve con ‘1898: Los últimos de Filipinas’. Andoni empezó en el mundo de los escenarios a los seis años en la escuela municipal de danza, música y teatro de Telde. Su maestra fue Blanca Rodríguez, actriz canaria con una dilatada experiencia sobre las tablas con obras como Soy lo prohibido (1996), Secreto profesional (1999), La noche de Sabina (2002) y El quinto reflejo (2005).
El joven consiguió su primer papel en 2011 con el estreno de Maktub del director argentino Paco Arango. En esta ocasión, compartió pantalla con estrellas como Laura Esquivel, Goya Toledo, Aitana Sánchez- Gijón, Amparo Baró, Marivi Bilbao, Arón Piper, Fátima Baeza y Oriol Tarrasón.
Ahora ha vuelto con 1898: Los últimos de Filipinas, estrenada el 2 de diciembre de 2016, bajo la dirección de Salvador Calvo y rodada entre Guinea Ecuatorial, Santa Cruz de Tenerife y Santa Lucía de Tirajana en Gran Canaria. Contó también con actores del panorama nacional como Luis Tosar, Javier Guitierrez, Karra Elejalde, Ricardo Gómez, Carlos Hipólito y Patrick Criado.
El largometraje está producido por Enrique Cerezo y cuenta la historia de los últimos soldados españoles que permanecieron escondidos durante un año en el pueblo de Baler tras poner fin, con el tratado de París, a la guerra entre Estados Unidos y España. Andoni Hernández interpretó al teniente Mota, un joven militar de dieciocho años un tanto alocado.
¿Cómo fue tu primer día de rodaje? ¿Te adaptaste rápido al ritmo de trabajo?
Mi primer día de rodaje fue muy divertido, el ambiente que se creó entre todo el equipo funcionó muy bien. Me sentí muy a gusto y pude adaptarme bien al ritmo de trabajo, como si llevara tiempo trabajando con ellos.
En una entrevista dijiste que Carlos Hipólíto, compañero de rodaje, había sido como un padre para ti en el rodaje ¿En que te ha ayudado?
Efectivamente, yo ya había coincidido con Carlos en otras ocasiones y ya nos conocíamos. En este rodaje me ayudó mucho en la creación de mi personaje, solíamos repasar el guion en los tiempos libres y me aconsejaba por dónde tenía que llevar mi personaje. Fue una gran ayuda para mí. Es uno de los grandes actores que tenemos hoy en día en nuestro país y un gran compañero de faena.
En 2011 interpretaste a Antonio, un chico con cáncer y ahora interpretas a un teniente. ¿En qué papel te sentiste más cómodo?
Aunque no me guste las comparaciones entre personajes, ya que en todos los que he interpretado me he sentido muy cómodo y cada uno de ellos me ha enseñado algo, probablemente me quede con el personaje de Antonio que es el que más me ha enseñado y el mas “grande”, por su trayectoria en la trama. También por el trasfondo humano que transmitía.
¿Qué supuso para ti ese cambio de rol? ¿Tuviste alguna dificultad en particular para interpretar el personaje de Mota?
Lo cierto es que después del trabajo de preparación que tuve con el director de la película todo fue mucho más sencillo. Aunque a la hora de rodar sí tuve ciertas dificultades, ya que la parte principal de mi personaje es de mucha acción. Una de las secuencias fue grabada en una sola toma, de manera que todo tenía que salir a la perfección y tuvimos que repetirla varias veces hasta que conseguimos una gran toma.
¿Cómo te preparaste el personaje? ¿Te inspiraste en alguien en particular?
Días antes del rodaje tuvimos varios ensayos en Madrid y gracias a la tarea y dedicación de Salvador Calvo (director) mi tarea de preparación del personaje fue más sencilla. También me inspiré en la historia real y en sus personajes.
¿Cómo te has sentido al trabajar al lado de grandes estrellas como Luis Tosar, Karra Elejalde o Ricardo Gómez? ¿Mucha presión?
El poder trabajar en una misma película con estos grandes actores para mi fue un sueño hecho realidad. Desde el primer momento me trataron como uno más, lo que me hizo sentir muy cómodo trabajando.
¿Qué es lo mejor que te llevas del rodaje?
Todo lo que aprendí profesionalmente, las amistades que hice y la increíble experiencia.
¿Alguna anécdota?
Muchas, pero sobre todo algo que me llamó la atención fue la buena química que había todas las noches después de terminar la jornada, solíamos reunirnos todo el equipo para cantar y contarnos como había ido el día. Luis Tosar llevaba la voz cantante con su guitarra mientras los demás le seguíamos los coros. Lo pasábamos muy bien y las risas estaban aseguradas.
¿Qué pasos crees que debería seguir alguien que se está iniciando en el arte dramático para llegar hasta donde tú has llegado?
Para empezar, es muy enriquecedor inscribirse a alguna escuela o grupo de teatro para asentar unas bases sólidas. Hay muchas escuelas que forman a actores como Teatro Estudio Telde de la actriz Blanca Rodríguez.
Pero sobre todo estar visible en el escaparate de productoras y directores de casting. Estar siempre en continuo movimiento y no dejar de hacer cosas. Es importante tener paciencia y se constante, valiente y amar este arte que nos da la vida.
¿Tienes otros proyectos?
Ahora me encuentro estudiando tercer año de Comunicación Audiovisual en la universidad y al mismo tiempo haciendo cortos y colaborando en cosas de teatro en Madrid.