Alejandro González Hernández quiere dedicarse al mundo de las ciencias en el futuro, pero se niega a dejar de lado su otra gran pasión: el fútbol sala. Por ello, compagina el segundo curso del Grado de Matemáticas con su escuadra, el filial del A.D. Duggi. Combina sus dos pasiones asistiendo por las mañanas a clases en la Facultad de Ciencias y los lunes y miércoles por la noche a sus entrenamientos en el Pabellón Municipal de Deportes Quico Cabrera. Además, todos los fines de semana disputa un partido con los suyos. Actualmente, juega de portero, pero no siempre lo ha hecho en esa demarcación.
¿A qué edad empezaste a jugar y por qué? «Empecé a competir federado a los siete años. Realmente me apunté por entretenimiento y para hacer algo de ejercicio olvidándome así un poco de los estudios».
¿Desde el principio tenías claro que querías ser portero? «Mi primera intención era ser jugador, pero en infantiles, por necesidad del club, probé a ser portero un año. Después seguí jugando de ala (una posición de campo), pero en mi último año de juvenil volví a probar de guardameta y la verdad es que me gustó, por lo que me quedé ahí. Ahora mismo ya estoy asentado en la portería y no me planteo cambiar».
¿Cuál es la característica primordial que debe poseer un portero de fútbol sala? «Creo que ha de ser muy completo, pero una habilidad muy importante y que todo portero tiene que trabajar son los reflejos. En fútbol estos son importantes, pero en futsal lo son mucho más, ya que te disparan más cerca y tienes menos tiempo para reaccionar. Y, por supuesto, debe ser valiente y no temer a los balonazos, ya que utilizamos nuestro cuerpo para tapar la meta».
«La lesión de rodilla me hizo mucho daño porque, además, tuve un mal año»
¿Cuál es la mejor y la peor situación que has vivido con la competición? «El mejor momento fue cuando gané mi primera copa con el Cisneros o cuando me convocó la selección de Tenerife en infantil. Sinceramente no sabría por cuál decidirme porque quizás la primera fue más emotiva, pero la segunda me hizo mucha ilusión. El peor fue, sin duda, cuando me rompí el menisco exterior y el ligamento cruzado anterior . La realidad que fueron unos meses algo complicados».
¿Tras tu lesión pensaste en dejar de competir? «Cuando estuve lesionado por lo que te expliqué antes sí pensé en dejar el fútbol, ya que tuve un mal año en general. Sin embargo, luego me di cuenta que esto es lo único que me hace feliz y hace que me olvide de todo, así que tiré para adelante».
¿Qué es lo que más te gusta de jugar a fútbol sala? «Para mí lo mejor es que se trata de un juego de equipo donde tienes que dar el cien por cien, ya que todo el grupo ataca y defiende, como en el baloncesto. Es un deporte en el que todo el conjunto debe estar unido y eso me encanta porque fomenta el compañerismo y obliga a sacar lo mejor de ti en beneficio del conjunto».
«En las Islas se han hecho las cosas bastante mal con el fútbol sala»
¿Qué crees que hay que hacer para progresar? «Yo creo que para triunfar en esto, como en el deporte en general, se necesita trabajo, ambición, sacrificio y algo de suerte. Además de talento que eso es innato».
¿Tienes algún ídolo en el fútbol sala? «No, no tengo ninguno, pero si hay un arquero que me llama poderosamente la atención. Es un crack de este deporte, Paco Sedano, exportero del Barcelona».
¿Consideras que el fútbol sala se tiene poco en cuenta en el archipiélago canario? «Se tiene muy poco en cuenta a las Islas, aunque también es cierto que aquí se han hecho las cosas, a mi parecer, muy mal. Pero últimamente se está trabajando para arreglar esos problemas y tener mayor relevancia en esta disciplina deportiva. Creo que estamos avanzando en la dirección adecuada».
¿Cuáles son tus planes en un futuro cercano con tu equipo? «Mi principal objetivo este año es subir de división. Y a corto plazo, si subimos, el objetivo sería mantenernos y asentarnos en la categoría».