El Archipiélago canario se encuentra en una situación vulnerable ante la crisis climática por su condición de islas. Preocupan en especial los fenómenos meteorológicos extremos que, se prevé, se empiecen a producir con mayor frecuencia. Abel López Díez es doctor en Geografía por la Universidad de La Laguna, experto en Planificación y Gestión de Riesgos Naturales y, en la actualidad, investiga el cambio climático y sus efectos.
El doctor destaca la importancia de concienciar a la población de que el calentamiento global afectará tanto a los ecosistemas sociales como a los naturales. En el caso de Canarias se está comenzando a apreciar un calentamiento de las aguas que la rodean superior al del resto del océano Atlántico. Así, la situación está alterando la posición del anticiclón de las Azores, motor del clima de las Islas.
En consecuencia la comunidad científica ya cifra en dieciocho centímetros el crecimiento del nivel del mar y señala el incremento de las temperaturas globales como causante de sucesos como el del ciclón Hermine, del pasado 24 de septiembre. Se trató del primer ciclón tropical tan próximo al suroeste del Archipiélago. Además, López Díez añade que «la trayectoria de estos fenómenos se aproxima cada vez más a las Islas, lo que abre un futuro inquietante».
También se observa una alteración en las precipitaciones. Las lluvias son cada vez más torrenciales, es decir: llueve mucho en poco tiempo y en un espacio muy concentrado. El doctor asegura que es muy peligroso para nuestros sistemas territoriales, sobre todo, para las ciudades.
Adaptación a los fenómenos meteorológicos extremos
La atmósfera es un sistema muy lento. «Lo que emitimos hoy se mantiene cien años en el aire», afirma el investigador. Por eso, aunque se aborden los problemas de mitigación, es crucial desarrollar medidas de prevención. Un reto mayor en la sociedad porque, como asegura Abel López, requiere de un enorme esfuerzo económico y una voluntad política sin precedentes.
Uno de los principales retos sería la ordenación sostenible del territorio. Con acciones poco populares como el realojo de aquellas personas que viven en viviendas muy próximas a la costa y que se podrían ver afectadas por la subida del nivel del mar.
El rastro que dejó el ciclón Hermine fue una evidencia de lo poco preparados que se encuentran los espacios urbanos para afrontar el cambio del clima con lluvias cada vez más fuertes y frecuentes.
«Hasta un 90 % de turistas atraídos por el buen clima dejarán de visitarnos»
Las condiciones climáticas del Archipiélago van a cambiar. La comunidad científica observa un registro de noches cada vez más tropicales y ecuatoriales, es decir, con temperaturas de más de veinte y veinticinco grados. «Esto se denomina ‘tropicalización de las Islas'», comenta Abel López, lo que significa que el clima de Canarias se comienza a parecer al de latitudes inferiores.
Así, el modelo turístico de sol y playa se ve amenazado. «Hasta un 90 % de turistas atraídos por el buen clima dejará de visitarnos», subraya el investigador.
La pérdida de confort climático del Archipiélago, según estudios del investigador, se producirá de aquí a finales de siglo. Con ello, aparecerán nuevos destinos que competirán con Canarias.
Responsabilidad ciudadana
La contribución del Archipiélago en la emisión de gases de efecto invernadero es de tan solo un 0,07 % a nivel mundial. Aunque las Islas tuvieran una emisión cero se necesita de una acción global para parar la crisis climática. En especial de los países más contaminantes como China o La India.
No obstante, el doctor indica que esto no significa que Canarias no tenga que trabajar en mitigar sus efectos y lograr ser neutra en emisiones. «Creo que es un rasgo de sostenibilidad muy importante que se está trabajando a nivel europeo», añade.