Si algo caracteriza a las noches culturales de las principales metrópolis de Tenerife son los recitales de música y poesía. Más allá de eso, la oferta artística crepuscular se queda coja por falta de repertorio. ‘El cabaret del vicio’, el nuevo evento semanal que acogerá cada jueves El Búho Club de La Laguna, pretende ponerle remedio a esta falta de visibilidad de propuestas ramificadas, abogando por la inclusión de formas de expresión mucho más variadas. De este modo, a partir de las 21.00 horas, el local lagunero se convertirá en un escenario abierto, alejado del concepto del micro para abrazar apuestas culturales que abarcan desde la performance hasta la fotografía. La entrada será gratuita hasta completar el aforo.
«La principal novedad», comenta Ariadna Simó, «es que proponemos un espacio de libre circulación, donde hay cabida para el teatro, la danza o la ilustración». Junto a la directora artística, se suman a la organización del proyecto dos de los componentes de Rock and Mojo, Diego de la Torre y Melo González. En los últimos años, González se ha cultivado como artista en los bares de Tenerife, nutriéndose de este ambiente junto a su compañero musical. Simó, por su parte, no solo ha estado en la cabeza de tributos y conciertos en El Búho, sino que cuenta con la experiencia organizativa de la dirección teatral.
Además, otro de los atractivos de estos juernes de desenfreno artístico será el precio de la cerveza. Entre las 22.00 y las 23.00 horas, las cañas están a un euro, mientras que el resto de la noche podrán disfrutarse por 50 céntimos más. Al ya citado Rock and Mojo, se le suma la colaboración de la banda Los Cassettes y de los artistas Yago Álvarez, Paloma Mínguez, Juan Villalba, Dácil Roca y Zaida Hernández. Los espontáneos tendrán un tiempo de intervención de entre cinco y diez minutos, aunque una vez al mes será invitado un profesional de este ámbito que contará con un espacio de una hora para mostrar su trabajo, al estilo de un bolo al uso.
La tríada que encabeza estos encuentros recibió la oferta directamente del local que lo acoge y no dudaron en aceptarla para cubrir un vacío cultural en la noche de los jueves. En palabras de la propia Simó, este escaparate de arte en vivo recuperará la atmósfera juvenil y accesible que caracteriza al mítico espacio lagunero.