Cruz Roja Española ha desplegado la Unidad de Respuesta en Emergencias de Agua y Saneamiento (ERU en sus siglas en inglés), para apoyar a la población afectada por el ciclón Idai en Mozambique. El trabajo en este ámbito es fundamental en emergencias para suministrar agua potable a las víctimas del ciclón y evitar la aparición de enfermedades o epidemias, como diarrea, hepatitis, cólera o malaria, que es endémica en el país. Esta Unidad, integrada por ocho profesionales especializados, permite potabilizar y distribuir más de 225 000 litros de agua segura al día para 15 000 personas y facilitar el saneamiento masivo de más de más 5000 personas, que permita evitar la aparición de enfermedades o epidemias entre la población.
En el equipo desplazado se encuentran Emmanuel Marrero Morales, voluntario de Cruz Roja en Los Realejos y coordinador provincial del Equipo de Búsqueda y Salvamento Terrestre; y José Francisco Alló Martín, voluntario de Cruz Roja en La Orotava. Algunas de las funciones que realizarán con la ERU serán captar, potabilizar, almacenar y distribuir agua de alta calidad a la población, incluyendo centros sanitarios, mejorar el saneamiento y promocionar hábitos de higiene saludable, entre otras.
Para Emmanuel Marrero esta es ya su octava misión humanitaria en la que ha participado. La última fue en 2018, activado para apoyar el operativo de Cruz Roja en Grecia, para apoyar la formación de unidades de emergencia. Con respecto a José Francisco Allo, esta es ya su sexta misión. Fue desplazado en 2017 a Bangladesh para apoyar las labores de la ERU de Saneamiento Masivo, siendo su última misión realizada
El ciclón Idai tocó tierra en Mozambique el pasado 15 de marzo, causando numerosos daños y devastando amplias zonas de la ciudad portuaria de Beira, una de las principales urbes del País, en la provincia de Sofala. El ciclón causó estragos a su paso en el distrito de Chinde y las provincias de Zambézia, Manica e Inhambane, y alcanzó también a algunas zonas de de otros países como Malaui y Zimbabue.
Los primeros datos reflejan que los efectos del ciclón han costado ya cientos de vidas, afectando a más de 600 000 personas y con más de 400 000 desplazadas de sus hogares por la devastación. Además, los fuertes vientos y las inundaciones provocaron graves daños en numerosas infraestructuras, lo que está afectando gravemente a las instalaciones de salud, de agua y saneamiento para la población, así como el suministro de energía y las comunicaciones.