Un estudiante de Doctorado de la Universidad de Málaga (UMA), Alejandro Tovar Lasheras, ha abordado como tema para su tesis la serie animada Los Simpson. Lo hace desde varias perspectivas, entre ellos la de género y la de emprendimiento. La tesis está dirigida por los profesores de Comunicación Audiovisual Francisco Javier Ruiz del Olmo (UMA) y Carmen Marta Lazo (Universidad de Zaragoza), y forma parte del programa de Doctorado Interuniversitario en Comunicación conjunto de las universidades de Sevilla, Málaga, Huelva y Cádiz.
El nombre del estudio es: Los Simpson (1989-1997) y la representación de tres problemáticas esenciales de la sociedad contemporánea: medios de comunicación, emprendimiento y género. Este ha contado con la máxima calificación por parte del tribunal, el cual estaba compuesto por docentes de los centros superiores de Málaga, Sevilla y la UNED.
Conclusiones de la tesis
El trabajo concluye que la serie, debido a muchos niveles de cultura, es una potente herramienta pedagógica ya que enseña diferentes materias. Una de ellas es la cuestión de género. Como afirma Tovar, «Marge es hija de un inmigrante francés, sensible e instruida. Tiene aspiraciones, pero se truncan cuando conoce a Homer y, a partir de su matrimonio, se convierte en una mujer plegada a los deseos de su familia y a las necesidades de su marido, aunque se muestra convencida de que la vida de Lisa, su hija, debe ser diferente a la suya».
El autor afirma que hay un capítulo clave que describe estas características de Marge: «Tú sé como eres, que ya sonreiré yo por las dos. Tú no finjas», le dice a su hija en un capítulo.
Homer, por otro lado, “representa todo lo que un ser humano no tiene que ser: vago, machista, aficionado al alcohol… Pero también es un gurú del emprendimiento ya que hace un estudio de mercado cada vez que detecta una necesidad, como comprar una máquina cuando nieva en Springfield u ordenarse reverendo para oficiar matrimonios homosexuales”, comenta el autor.
Crítica al periodismo
A su vez, cabe en Los Simpson la crítica al periodismo. Esta se visualiza en el presentador de la televisión, Kent Brockman, un experto “en buscar la conexión emocional con la audiencia, teatralizar la información y apartarse de la verdad”, declara Tovar.
En cuanto a la televisión infantil, se ve como Krusty el payaso es el responsable último de la educación de los niños, a pesar de ser “un analfabeto, borracho y tirano, antítesis de la pedagogía y con el que se critica a los padres que enchufan a sus hijos a un aparato sin saber qué es lo que ven”, en palabras del responsable de la tesis.
La serie nació en Estados Unidos hace más de 30 años y, como sigue en emisión hasta día de hoy, se ha tenido que actualizar e incluir en sus nuevos capítulos conceptos como las redes sociales, Internet y el matrimonio igualitario. Se trata de la secuela más longeva de la historia de la televisión con 649 episodios ya realizados. Además, no solo se han adaptado a los nuevos inventos sino que también han precedido acontecimientos como el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Desde la perspectiva de Tovar, su éxito se debe “a que más que un producto para el entretenimiento, es el espejo más satírico, irónico y certero de la sociedad estadounidense y de la occidental».
