Tengo céntimos en la cartera,
frío perpetuado en los huesos,
agujeros en los bolsillos,
y un amor por coser.
Tengo miel en los labios,
cicatrices invisibles,
la cara llena de granos,
y una vida que perder.
Tengo miedo en la mochila,
un corazón vagabundo,
segundos que duran un mundo,
y un camino que emprender.
Tengo terror en las mejillas,
sangre en mis huellas,
deseo en las entrañas,
y mil pétalos que romper.
Tengo oscuridad en mis bombillas,
lágrimas en las pestañas,
mapas en mis laberintos,
pero siempre algo en lo que creer.