El seminario Arquetipos Femeninos: de la Antigüedad Clásica hasta la Edad Media. Estudio y Perspectivas de Análisis se inauguró hoy, lunes día 3, en la Sección de Filología de la Universidad de La Laguna con la conferencia Reflexiones sobre la personalidad excepcional de las mujeres en las tragedias clásicas del catedrático de Filología Latina Andrés Pociña. En ella, disertó sobre cómo se han interpretado mal las figuras de dos protagonistas clave de las tragedias clásicas: Medea y Fedra.
Sobre la primera, señala que es conocida como la mujer abandonada por Jasón que mató a sus hijos, lo cual para el ponente es “una lectura muy superficial”, ya que el personaje tiene muchísimas más facetas e incluso hay estudiosos, entre los que él mismo se incluye, que la consideran “una madre ejemplar”. Además, se remite a Eurípides para recordar que le tenía una alta consideración, pues le aplica continuamente un adjetivo que no utilizaba para otras mujeres: “Sabia”
Este personaje, al igual que otros del teatro clásico, se comprende mejor tras la lectura de las versiones que se han ido produciendo siglo tras siglo, que aportan más capas de significado. Por ejemplo, señala que la Fedra escrita por Unamuno en 1910 da multitud de claves que, a lo mejor, el lector no había visto ni en Eurípides ni en Séneca, pero que ya estaban contenidos ya en esas obras iniciales: “Las claves siempre las acabas encontrado en el mundo antiguo”.
En el caso de Fedra, siempre se la simplifica como una señora mayor que se enamora del hijo de su marido y, según Pociña, no es tan sencillo: “Para empezar, el hijo de su marido (Hipólito), tiene casi la misma edad que ella y no es consanguíneo suyo. Y de acuerdo en que se enamora del hijo de su marido, pero ¿tiene una vida realmente matrimonial con su cónyuge? No”.
La Roma antigua y las escritoras
La siguiente ponente fue Aurora López, también catedrática de Filología Latina de la Universidad de Granada, con la conferencia ¿Por qué hubo tan pocas escritoras en la Roma antigua?, en la cual recuerda las figuras poco conocidas de mujeres romanas de clase alta quienes, al poseer educación suficiente dada su posición social, llegaron a escribir, si bien sus obras no han llegado completamente hasta la actualidad y muchas solamente se conocen por referencias de otros autores.
La autora principal de este grupo sería Cornelia, de quienes se conservan algunas cartas, como la que escribió a sus hijos para persuadirles de que no se involucraran en una guerra. También destaca la existencia de una oradora, Hortensia, sobre la cual hay referencias a su reivindicación por que se reconociera a las mujeres por sus méritos, tal y como se hacía con los hombres en su época.
Con la financiación del Ministerio de Economía y apoyo del Programa María Rosa Alonso de Humanidades y Ciencias Sociales patrocinado por el Cabildo de Tenerife, la directora del seminario, Dulce Mª González, tuvo palabras de aprecio por esta iniciativa. También destacó el hecho de que dicho programa tenga por nombre el de la única mujer designada doctora Honoris Causa por la ULL, y lamentó la existencia de una lista mayor de mujeres igualmente válidas que han sido invisibilizadas.