La Universidad de Harvard afrontó ayer lunes el inicio de un juicio por discriminación racial en el que el Gobierno se ha posicionado en contra del centro educativo. Ante una corte federal en Boston, en el estado de Massachusetts, la Institución comenzó la defensa de las alegaciones de más de 60 organizaciones que denunciaron en 2014 que sus normas de admisión, las cuales para la entidad pretenden garantizar la diversidad en su campus, perjudican a los alumnos de origen asiático.
Según informa Efe, Harvard fue respaldada por la Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU), pero no por la SFFA (Students for Fair Admissions: Estudiantes por una Admisión Justa). «Se trata de un mito de la minoría que ha utilizado los estereotipos con claro motivos políticos», señaló el director del programa racial de ACLU, Dennis Parker. Asimismo, el dirigente espera que «se reconozca esta demanda espuria como un vehículo para la agenda en contra de la discriminación positiva y no una lucha legítima por la equidad».
En 2017, la Casa Blanca, con la llegada del presidente estadounidense, Donald Trump, inició una investigación sobre esta historia, que sigue en curso, y el pasado 30 de agosto solicitó ante el tribunal que se llevara a juicio. La medida del Ejecutivo se enmarca en un contexto en el que Trump anuló en julio un total de 24 directivas que había firmado su predecesor, Barack Obama, para potenciar la presencia en las universidades de las los hispanos y afroamericanos.