El verdadero significado

Opinión

Desde tiempos inmemoriales el deporte ha unido equipos, ciudades e incluso países.  Lo utilizamos como fuente de liberación: animamos, gritamos, reímos, insultamos y hasta lloramos. Millones de personas han contemplado como récords mundiales (aparentemente imbatibles) se pulverizan, hasta el punto de parecer imposibles.

Personalmente, he vivido la mejor época deportiva de España: desde los récords mundiales de Mireia Belmonte, pasando por el impresionante palmarés de Nadal, hasta los innumerables logros de Contador. He visto a Beitia volar, a Carolina Marín soñar y a Gasol llorar de alegría. Sin embargo, nada unió más a España que el Mundial de Fútbol de 2010, cuando el equipo de Del Bosque se trajo la copa a casa.

Con el paso del tiempo, la verdadera esencia del deporte se ha ido perdiendo, hasta el punto de que, hoy en día, no vemos más allá de lo que algunos quieren. Por ello me pregunto: ¿Cuándo se ha convertido en un escaparate? ¿Cuándo nos ha dejado de importar los logros de nuestros deportistas? ¿Por qué los medios de comunicación ningunean a los deportes minoritarios, que por otro lado hacen grande a España?

«Importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord del Mundo»


«Importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord del Mundo», confesó Mireia tras su marca en los 400 metros libres, la cual no tuvo ninguna repercusión en España. Por otro lado, la selección de Rítmica alcanza el oro en el último mundial y ni una mención, ni una portada ni ninguna felicitación. Sin embargo, el destino veraniego de Messi o la nueva novia de Ronaldo protagonizan las secciones deportivas de los telediarios.

Para España, y según parece, para la mayoría de los españoles, la palabra deporte es sinónimo de fútbol. No contentos con eso, hemos convertido a los medios de información deportiva en revistas del corazón. Al final, nos ofrecen lo que consumimos y si vende más la ropa que Neymar se puso en su último cumpleaños que la medalla de oro de Ruth Beitia, la culpa es solo nuestra.

La clave del problema reside en la ignorancia, el desconocer el esfuerzo diario que realizan, el trabajo que implica alcanzar un mundial, el tiempo que debes invertir para participar en unas olimpiadas. En resumen, todo lo que se supone como necesario para conseguir la supuesta gloria.

Por un momento, quisiera que se pusieran en la piel de un deportista que corona un podio. Quisiera que vivieran la emoción, la felicidad y el orgullo que sienten todos y cada uno de los que nos representan. Quisiera que piensen en lo que significa dejar a tu país en lo más alto y que apenas se muestre una pizca de agradecimiento. Solo cuando esto ocurra, los españoles volveremos a recordar el verdadero significado del deporte.

 

Estudiante de segundo de Periodismo de la Universidad de la Laguna. Atleta del Tenerife Caja Canarias. "El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como otras pocas cosas", Nelson Mandela.

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