El calentamiento es fundamental para que nuestro cuerpo se prepare para la práctica deportiva. Este consiste en activar y bombear sangre a los músculos mediante una serie de pautas. Siempre es recomendable realizar un pequeño trote. Así, la temperatura de nuestro cuerpo subirá. Esto es indicio de un calentamiento eficiente. También es necesaria la movilidad articular para prevenir diferentes tipos de lesiones. Dependiendo de la zona de nuestro cuerpo sobre la que vayamos a centrar la actividad física, haremos más énfasis en unas zonas que en otras.
El estiramiento aumenta la flexibilidad de los músculos. Además, previene el endurecimiento muscular después del ejercicio y reduce la tensión. Por ello, tras realizarlo, existe una sensación de liberación, así como de mayor movilidad. Por otro lado, reduce la cantidad de ácido láctico, segregado tras los ejercicios. Es importante destacar que una rutina de estiramiento completa no tiene porqué exceder los 5 minutos. Por último, hay que tener en cuenta que las personas activas mantienen una mayor agilidad que las inactivas.