Domingo y Silca

Sociedad

Domingo Torres, jefe del Grupo de Perros de Salvamento (GPS) de Protección Civil de San Cristóbal de La Laguna, recalca que estos animales presentan una mayor velocidad en la búsqueda de gente: “En 10 000 metros cuadros, mientras que cinco individuos pueden estar batiendo visualmente el lugar cerca de una hora, un can bien entrenado y en buen estado físico tarda entre 5 y 10 minutos”. Asimismo, el instructor insiste en que es tan importante encontrar sujetos como descartar sectores ya registrados, para así no perder tiempo rebuscando en la misma parcela.

El adiestrador también explica que la metodología del equipo canino “no se basa en el rastreo por olor de referencia, que es cuando se requiere la camiseta del individuo perdido, sino que la búsqueda se realiza por venteo. Es decir, se persigue un aroma genérico a persona viva, esté tumbada, sentada o colgada, con el objetivo de seguir el cono de olor para localizar al individuo y marcar a través de ladridos desde una distancia prudente. Así, cuando escuche el ruido, el guía llegará hasta el lugar donde se halle el desaparecido”.

Domingo Torres y Silca

Otras de las labores de Torres es ejercer de enlace entre el Ayuntamiento y el grupo. Los entrenadores son voluntarios y gracias a una cesión, los perros prestan un servicio a la Institución aunque pertenezcan a los guías: “Nosotros firmamos un documento en el que nos comprometemos el adiestramiento y el buen cuidado del animal, y la corporación se responsabiliza del mantenimiento económico”.

“El adiestrador conoce el lenguaje corporal de su perro, y quizá otro compañero no entendería un determinado movimiento del rabo. Además, se establece una conexión entre ellos debido al contacto diario por los entrenamientos o el servicio de la comida”, afirma Torres. Por tanto, cada instructor debe tener su can, no solo porque es de su propiedad, sino porque el vínculo que se crea entre ambos es vital para el desarrollo de una satisfactoria labor de rastreo.

Guías: Quique, Jorge, Domingo y Pablo. Perros: Nene, Max, Sombra, Silca y Thor.

Respecto a la inserción de animales abandonados dentro del equipo, el guía afirma que “cualquiera sirve si posee las características adecuadas en tamaño, instinto y seguridad”. Ese es el caso de Max, un cruce entre pastor alemán y belga que procede del Albergue Comarcal Valle Colino: “Gracias a sus cualidades está trabajando para efectuar la búsqueda de sujetos en grandes áreas”.

“El animal debe tener las cualidades adecuadas en tamaño, instinto y seguridad”


El jefe de la Unidad también comenta que “en la política no existía la conciencia de que los perros podían resultar una herramienta, sino que solamente los veían como mascotas o para la caza”. Por esta razón, ante la nula ley española que regule la práctica de salvamento efectuada por los instructores y sus canes, el grupo lagunero forma parte de la Asociación Nacional de GPS que se encarga de la homologación y evaluación de los binomios para comprobar su aptitud en las diferentes modalidades de exploración en zonas extensas y estructuras colapsadas. Evidentemente, estas certificaciones no tienen ninguna validez oficial para el Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna.

Para Domingo Torres la labor realizada por el equipo de Protección Civil “implica una responsabilidad por parte del guía que mucha gente como voluntario no entiende”. Considera, además, que existe la necesidad de inculcar que “la unidad canina de salvamento es igual a responsabilidad y compromiso respecto a las horas semanales destinadas a los entrenamientos”. Por este motivo, los voluntarios deben poseer un estado anímico de motivación y seriedad para poder formar parte de este grupo.