El curso Cuestiones de género: de la igualdad formal a la igualdad real, que comenzó el pasado lunes, finalizó ayer jueves 19 de abril en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna. La profesora de Trabajo Social de la ULL y subdirectora de la Unidad de Igualdad de Género, Laura Aguilera, impartió la primera ponencia de la tarde, titulada Violencias de Género. La docente que empezó con un matiz en el término de Violencia de Género afirmó que “con esta nos referimos no solo a la que es ejercida en la mujer por el hecho de serlo, sino también la que es un factor cultural y que proviene de la desigualdad. En cambio, no sucede lo mismo cuando decimos Violencia contra la Mujer, pues carece de estas últimas cuestiones”.
Así, existen varias formas de ejercerla, según Aguilera, que declaró que deben ser entendidas con el espacio en el que se perpetúan. La física, sexual, psicológica y económica, entre otras, “se dan en relaciones de pareja, en el entorno familiar, en el ámbito laboral o académico y la comunitaria, relacionada con el deporte, sobre todo”, señaló la ponente. A parte de estas, comentó otras como la obstétrica, producida durante el parto; el hostigamiento en espacios públicos, que hace referencia a los piropos que recibe el colectivo femenino en las calles y la simbólica.
“Cuando se juzga el acoso no se pone el acento en la acción en sí, sino en la percepción y consecuencia que ha tenido en la víctima”
En esta última hizo hincapié y aseveró que “influye en la reproducción de estereotipos”. Asimismo, comentó que se puede observar en el lenguaje sexista, los productos culturales, la publicidad y los medios de comunicación. También subrayó que “su peligro está en la justificación que se le da, ya que, cuando se juzga el acoso no se pone el acento en la acción en sí, sino en la percepción y consecuencia que ha tenido la víctima y, a partir de ahí, se determina la gravedad. Esto solo provoca que se siga dando la desigualdad”.
En cuanto al área jurídica, la conferenciante recalcó: “una parte de la violencia por instituciones la encontramos aquí”, pues consideró que las personas que pertenecen a este ámbito, como los cuerpos de seguridad, “que muchas veces, hacen la vista gorda con la trata de mujeres o las violaciones”, representan al Estado. Unido a esto, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género “solo ampara a la mujer cuando sufre una agresión por parte de su pareja, por lo que, si es violada por alguien desconocido, no cuenta con el agravante de género al juzgarla”, señaló Aguilera.
Mitos
Por otra parte, la subdirectora de la Unidad de Igualdad de Género trató los mitos existentes en la sociedad acerca de las agresiones dentro de la relación de pareja. Frases como “que los celos son amor”, “cómo vas a dejar a tus hijos sin padre”, “la violencia solo se da en sectores marginados de la población”, “el niño va a desarrollar una conducta violenta por haberlo vivido en casa”, según la profesora de Trabajo Social, “reflejan una manera de reproducir lo que se nos ha inculcado. Debemos revisar nuestra visión hacia esto y ser conscientes de que la verdadera meta es alcanzar nuestra felicidad sin que esté condicionada por los demás”.