El concepto phubbing define el acto de menospreciar a quien nos acompaña prestando más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a la otra persona. Nace en el año 2007 tras la aparición de los teléfonos inteligentes. El término comprende la palabra phone (teléfono) y snubbing (rechazar). Existen numerosas campañas antiphubbing que aseguran que casi el 90 por ciento de los adolescentes prefieren el contacto vía texto que cara a cara y advierten de que este fenómeno puede acabar reduciendo las relaciones sociales al intercambio de mensajes virtuales. Un ejemplo es Stop phubbing, una página web donde los usuarios pueden elegir si están a favor o en contra de la ignorancia del otro ante un dispositivo móvil. Esta contabiliza dichos votos y ya existe un 84% de detractores frente a un 16% de defensores.
Madrid abrió este domingo, 15 de abril, un servicio para adolescentes adictos al móvil. Un equipo de ocho terapeutas recibirá casos de los Servicios Sociales de los ayuntamientos, centros de salud, centros escolares u otras vías y mediante terapias intentarán convertir lo que hoy es un problema en una oportunidad de futuro. La meta es enseñar a hacer un uso correcto de las nuevas tecnologías, fomentando sus beneficios y evitando sus desventajas.