Los investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid llevan más de diez años colaborando en proyectos para medir la calidad del agua en zonas marginales de África y Latinoamérica. Con este último trabajo han logrado desarrollar un sistema portátil, barato y sencillo que facilita la detección de elementos contaminantes para establecer si puede ser consumida por humanos. De esta manera, se ayuda a solventar el problema de potabilidad de estas áreas.
Daniel Squittieri y Diego Pelayo, participantes en la investigación, declaran que la facilidad de construcción permite la autofabricación y el uso de piezas locales y materiales reciclados. También que “se ha conseguido abaratar entre tres y cinco veces el coste de los kits comerciales existentes”. Además, confirman que “tanto el mantenimiento como la limpieza del sistema son muy fáciles y esto garantiza su correcto funcionamiento por largos periodos de tiempo, una ventaja especialmente apropiada para su utilización en el marco de la cooperación al desarrollo”.
El nuevo método está compuesto por un turbidímetro óptico, un dispositivo filtrante y una incubadora bacteriológica. Además, al mecanismo se le puede añadir un medidor de sales disueltas, un medidor de pH y de cloro.
En el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD) era terminar con la pobreza y la falta de agua limpia y potable. El proyecto, en el que han participado profesores, estudiantes, técnicos de laboratorio y voluntarios, cumple con estas previsiones.