Steven Spielberg estrenaba, el pasado 19 de enero, su nueva película titulada Los archivos del Pentágono. Una producción que ya ha recaudado más de 1’3 millones de euros en España y 55 millones de dólares en el mundo. En ella, se nos cuenta cómo el periódico estadounidense The New York Times consigue los documentos confidenciales relativos a la actuación del país en la guerra de Vietnam. Al publicar la gran cantidad de secretos que guardaba el gobierno de Estados Unidos, se ven denunciados por la fiscalía, poniendo en duda la libertad de prensa. Por su parte, The Washington Post, liderado por Katherine Graham (Meryl Streep), debe replantearse junto al director, Ben Bradlee (Tom Hanks), si deben seguir los pasos de sus homónimos periodísticos y mostrar a los ciudadanos dicha información.
Se trata de una historia ambientada en 1971, basada en hechos reales, y en donde la tensión y lucha social se unen. Tanto Meryl Streep como Tom Hanks supieron dar vida a los personajes transmitiendo cada matiz y debate mental por el que pasaron Katherine y Ben a la hora de elegir el futuro de su medio de comunicación. Ambos completan actuaciones muy logradas con gran realismo, las cuales te meten de lleno en el argumento.
El comienzo del largometraje puede resultar lento y esa fase de contextualización acaba siendo un tanto monótona. Sin embargo, no tardamos en engancharnos a una historia que acabará por dejarnos al borde del asiento y con la piel de gallina. Cuenta con una fotografía limpia, así como una ambientación muy adecuada.
Estamos, por tanto, ante una armoniosa combinación de un buen relato, actuaciones realmente espectaculares, y una dirección fotográfica destacable. Dos horas en las que la libertad de prensa se convierte en una lucha con un lema por bandera: “La prensa debe servir a los gobernados, no a los gobernantes”.