El profesor Xiaohui Fan, perteneciente al Observatorio de Steward de la Universidad de Arizona, ha colaborado en una investigación que ha favorecido al hallazgo del agujero negro más grande y antiguo que se ha podido avistar hasta la fecha. Este tiene un tamaño de 800 soles.
El astrónomo chileno Eduardo Bañados ha expresado su gran desconcierto debido a la larga vida del cuásar, el cual lleva desarrollándose desde que el espacio tenía apenas 690 millones de años, cuando las primeras galaxias comenzaron a formarse. El científico afirma que ya no debería existir porque estos tienen una vida limitada. Además, lo compara con encontrar una aguja en un pajar, a causa de la gran complicación que requiere llevar a cabo tal revelación.
Por otro lado, Fan añade que, a pesar de su magnitud, el objeto se encuentra tan lejos que prácticamente no se puede percibir a simple vista. La revista National Geographic, donde ha sido publicado el descubrimiento, añade que algunos agujeros negros pueden llegar a albergar una gran cantidad de materia en su interior.
A partir de ahora, se tiene previsto analizar el cuerpo celeste desde diversos lugares del planeta. Así, se podrán extraer el mayor número de detalles y realizar nuevas indagaciones con el objetivo de obtener conocimientos sobre el pasado del firmamento. Por lo tanto, este hecho se presenta como una oportunidad para realizar estudios muchos más profundos sobre la historia del cosmos.