La doctora en Enfermería y profesora asociada de la ULL, Ángela Ortega Benítez, impartió, esta semana, dos seminarios en la Sección de Enfermería de la Facultad de Ciencias de La Salud de la Universidad de La Laguna. Uno referente a la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), dentro del marco de la asignatura de Fisiología y Fisiopatología, para los alumnos de primero del grado de Enfermería, y el otro sobre las Vías Venosas Periféricas (VVP), que corresponde a la materia de Cuidados Avanzados I, dirigido a los estudiantes de tercero de esta misma titulación. En ambos ciclos se dictaron, una parte teórica de conocimiento y otra práctica.
«Los alumnos deben estar preparados para activar la cadena de supervivencia»
El taller de RCP consiste en una actividad simulada, cuyo objetivo es que los alumnos adquieran las competencias básicas, en cuanto a una reanimación de calidad se refiere en caso de que un paciente pierda la conciencia, deje de respirar y esté en parada cardíaca. Los alumnos deben estar preparados para activar la cadena de supervivencia, que consiste en llamar al 112 e iniciar las maniobras de resucitación mientras llega la asistencia. Durante las dos horas que dura este aprendizaje se les enseña a dar masaje cardíaco de calidad de una manera rápida y a una frecuencia de entre 100 a 120 latidos por minuto.
Con estos métodos se consigue aumentar la posibilidad de vivir de aquellas víctimas que sufren un paro cardíaco. El 90 % de estas incidencias ocurren en espacios públicos y en los domicilios. Los estudiantes son primeros intervinientes dentro del sector de Ciencias de La Salud y, como tales, tienen que tener la formación básica para prestar una asistencia adecuada y estar preparados para participar en un equipo de reanimación, en el caso de que estos hechos sucedan en una planta de hospitalización, en la que ellos estén haciendo sus prácticas. Además, deben adquirir las habilidades y destrezas para realizar un masaje cardíaco adecuado y aportar una ventilación idónea en un tiempo determinado y con una sincronización correcta.
«Tienen que verificar al paciente, qué se le administra y cómo lo tienen que hacer»
El segundo taller, que trata sobre las Vías Venosas Periféricas, es una práctica de simulación clínica en la que los futuros enfermeros aprenden cómo preparar la medicación, las dosis, la disolución, encontrar las vías y calcular la velocidad de administración de los medicamentos. Todo esto hay que hacerlo dentro de un trabajo que garantice la seguridad del paciente, del alumno y de los profesionales. Tienen que aprender a vigilar y a ser muy cuidadosos en cuanto a la preparación del tratamiento y del material para la canalización de una vía. Es su obligación verificar al paciente, qué se le administra y cómo lo tienen que hacer.
Les corresponde memorizar que, siempre, se necesita del consentimiento informado del enfermo en el que se le pone al tanto del procedimiento que se le va a realizar. Deben aprender a aplicar todas las técnicas de asepsia rigurosa, y a registrar el proceso correctamente en la historia del paciente en la que quede constancia de lo que se les ha realizado. Se practica con los sistemas de suero y con un brazo que simula el sistema venoso. Aprenden a canalizar las vías periféricas a través de un catéter de un tamaño adecuado para la administración del tratamiento prescrito o a verificar e identificar donde está puesto y que se haga en el tiempo recomendado. Lo practican varias veces hasta que consiguen desarrollar la técnica de forma correcta.
