Maluma incendia Tenerife

Cultura / Ocio

No eran ni las 15.00 horas cuando el parking del Parque Marítimo comenzó a llenarse de los fans más acérrimos del colombiano. Con el sol en todo su esplendor y algún que otro paraguas para intentar combatirlo, la hora se fue acercando. A las 18.45, con 15 minutos de antelación, se produjo la apertura de puertas. Un inmenso escenario con siete pantallas (cinco centrales y dos laterales) y un gran despliegue de iluminación en forma de M ocupaban el centro del recinto.  

Los encargados de comenzar a animar el ambiente fueron Critika y Saik. Los tinerfeños, algo fríos con el público, estuvieron apenas 20 minutos en escena. Lo que nunca te dije, Un juguete más o Imposible olvidar fueron algunas de las melodías interpretadas. Los jóvenes cantaron también Mejor solo, un sencillo que salió ese mismo día y que se encuentra disponible en la plataforma on line de Youtube.  

Tras los teloneros, diversos ritmos del panorama musical actual hicieron bailar a los presentes, preparándoles, sin duda, para la fiesta que estaba por llegar. Hasta abajo, Lento y Ahora dice, entre otras, resonaron con fuerza. 

A las 21.20 horas comenzó la cuenta atrás en todas las pantallas en las que se visualizaron numerosas imágenes del cantante mientras el reloj no paraba de retroceder. Fue entonces cuando 6 bailarinas pisaron el escenario y, tras ellas, el parcero que vestido completamente de negro y con gafas de sol incluidas, hizo su entrada triunfal. Maluma no dejó ningún detalle al azar, pues hasta su micrófono de color dorado iba a juego con el vestuario de sus acompañantes.  

Desde su salida, el colombiano demostró que no se iba a estar quieto en toda la noche. Borro Cassete, con un pedazo cantado a capela y en versión salsa, y Sin contrato, fueron las primeras en dejar sin voz a los presentes. Con El perdedor llegó uno de los momentos más impactantes del concierto. Numerosas llamaradas de fuego se erigieron delante del escenario. «Empieza a hacer calorcito», afirmó Juan Luis Londoño, aprovechando para deshacerse de su chaqueta y gafas de sol.  

Noches que merecen la pena


Desde esa noche, Vente pa’acá y Me llamas fueron las encargadas de hacer que continuara el espectáculo. En torno a las 22.00 horas, el artista se acomodó en un taburete para regalar a los presentes el instante más sentimental. «Estaba un poco triste porque hace mucho que no paso por casa, pero hoy, con solo verlos, me alegran la vida», aseguró antes de interpretar Vuelo hacia el olvido acompañado solo de una guitarra española. «Con noches como esta veo que todos los esfuerzos que hago en la vida merecen la pena», terminó por manifestar con los ojos vidriosos.

Y del negro al blanco, pues cambió todo su vestuario, incluido su micrófono para cantar La temperatura. Fue en este momento cuando aprovechó para presentar a cada uno de sus músicos y permitir que se llevaran el reconocimiento del público. Cuando comentó que su dj era de Venezuela, no dudó en recordar la mala situación que atraviesa el país: «Por un pueblo libre», apuntó.  

Después de Chantaje, fueron los asistentes quienes pasaron a ser los protagonistas. El recinto se dividió en dos. La izquierda capitaneada por el corista del colombiano, y la derecha a manos del propio Maluma, se disputaron el honor de ver quién hacía la mayor bulla. «La gente de Tenerife es la más animada de España», confirmó el cantante tras el pequeño rifirrafe.

Durante la interpretacion del remix de La bicicleta, se acordó de aquellos que se encontraban a las afueras del recinto escuchándole y les saludó. Party Animal y, sobre todo, Carnaval, pusieron el broche final a la diversión. Con esta última, llegó un final apoteósico pues los músicos acudieron a la pasarela junto con Maluma y el confeti, de color rojo y plateado, bañó a las primeras filas.  

Las luces se apagaron, pero el «¡Otra, otra!» hizo que todo el elenco de artistas volviera. Esta vez con una gabardina roja sobre su anterior look blanco, el colombiano cantó uno de sus más recientes éxitos, Felices los 4, tanto la versión oficial como la salsa que comparte con el puertorriqueño Marc Anthony. Para terminar, Maluma volvió a ponerse sus gafas y entonó 4 babys, derrochando hasta la última gota de energía que le quedaba.

 «Gracias Tenerife por tu amor y cariño. Gracias por tu luz», se despidió el parcero.

Gracias a ti Maluma porque será una noche que a los chicharreros les costará olvidar.  

Crónica: en colaboración con Iru Rodríguez

Amante de las medusas. Viviendo al día, escribiendo mi camino paso a paso. Las cosas a la cara y si son bonitas al oído. Lo importante es no tener prisa. Los sueños no tienen fecha de caducidad. Así que, tiembla mundo… Voy a por ti.

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