Un éxito marcado por la amistad de cuatro treintañeras que viven en Nueva York. Mucho sexo. Y mucho amor. La serie habla sin tapujos sobre las vidas amorosas de sus protagonistas. Hace hincapié en sus experiencias más memorables y en las que preferirían olvidar. En formato de diario personal Carrie nos lleva por su día a día en Nueva York. La ciudad que nunca duerme esconde las travesuras, los secretos más profundos y los errores más humillantes de sus habitantes. En su columna, Carrie cuenta las anécdotas que la ciudad oculta, con sencillas conclusiones y útiles consejos para sobrevivir en la selva de cristal.
Después de 26 años de su estreno sigue marcando tendencia. En 2024, Netflix compró el programa de televisión y llegó a toda una nueva generación. La clave es la moda de los 90s, las divertidas aventuras del grupo de amigas y lo más importante, lo fácil que es identificarse con alguna de ellas. La pregunta que se hace todo fan de Sex and the City es: ¿Soy Samantha, Carrie, Charlotte o Miranda? ¿Cuál se parece más a mí? Aunque en muchos casos tengas un poco de la esencia de cada una, siempre hay dos con las que quieres que te comparen. Samantha y Charlotte son polos opuestos, pero las favoritas del público.
«La atrevida y perspicaz Samantha se ha convertido en un icono de empoderamiento femenino»
La atrevida y perspicaz Samantha con su independencia de los hombres y su libertad sexual se ha convertido en un icono de empoderamiento femenino. La dulce e inocente Charlotte es una coqueta neoyorquina cuyos objetivos en la vida son conseguir a su príncipe azul y que este le dé descendientes. A pesar de las constantes discrepancias entre ellas, ambas tienen en común que no se conforman con poco, saben lo que se merecen y no van a aceptar a nadie que no cumpla con sus requisitos.
Miranda es la oveja negra. Desde los primeros capítulos muestra su cinismo y seguridad en sí misma. Pero, lo que la convierte en la que menos le gusta a la audiencia son su forma de vestir, más masculina que el resto, y su seriedad constante. Asimismo, no cree en los cuentos de hadas y ayuda al resto a mantener los pies en la tierra.
Por otro lado Carrie, la protagonista, es un caos constante. Una explosión de pasión, sentimientos y ganas de comerse el mundo. Pero lo que define su vida amorosa a lo largo de la serie es su relación con Mr. Big. Un hombre mayor que ella que le romperá el corazón constantemente. Su relación es la más tóxica, pero también la más romantizada en la serie.
Nueva York es lo único que las cuatro amigas tienen en común. La ciudad las unió y las volvió inseparables. A pesar de sus diferencias, a lo largo de las temporadas demuestran que una de las claves para triunfar en la vida es tener cerca a amistades reales. Que te apoyen, animen y consuelen. Ellas se cuidan las unas a las otras, se riñen cuando toman malas decisiones y se felicitan cuando consiguen sus objetivos. Como se menciona en varias ocasiones, ellas son el amor de la vida de la otra, sin necesidad de hombres ni de que les rompan el corazón.
La moda es un factor crucial en la serie. Los famosos bolsos baguette de Fendi y los Manolo Blahnik de Carrie, el amor por el rosa de Charlotte, los escotes que usa Samantha y los trajes eclécticos pero elegantes de Miranda. Una amalgama de texturas y colores que gritan: años 90 en Nueva York. La era de oro de la moda. En pleno 2024 la mitad de las tendencias están inspiradas en esa época. La icónica serie es protagonista de artículos en el New York Times y trends de TikTok, convirtiéndola en un movimiento que ha influenciado este año en todos los aspectos.
Como diría Carrie, no puedo evitar preguntarme si resolver tus problemas fuese tan sencillo como en las películas. ¿Por qué no convertimos nuestra realidad en una película en la que nuestro único dilema sea el precio de los Manolos? Quizá el día que estemos viviendo esa vida en Nueva York, con un Cosmopolitan en la mano y un bolso Fendi en el hombro, lo veremos todo más claro.