Atteneri Caro es originaria de Tenerife. Es cantante, actriz, presentadora y gestora formada en pop rock melódico, así como improvisación y composición. Comenzó en la música desde muy pequeña. Desde que tiene uso de razón recuerda estar rodeada de música. Su madre toca la guitarra y su padre el piano. Aunque este no ha sido su único camino. Con cuatro años comenzó a realizar teatro y desde ese momento ambas cosas han ido unidas de la mano hasta hoy en día.
¿Qué fue lo que le impulsó a comenzar en la música? «Cuando hacía teatro imitaba a Rosario Flores. Todas esas canciones me volvían loca. Iba por los escenarios cercanos a los pueblos donde vivía y de la Isla haciendo de ella. Con cuatro añitos también vino a mi colegio una rondalla donde estaba la grandísima África Alonso. Mi madre siempre me cuenta que yo estaba embelesada escuchándoles cantar. Me invitaron a ir a los ensayos y ahí comencé. Era una rondalla de adultos, pero me acogieron a mí. De ahí empecé de manera más seria con el folclore».
Además de la música, el mundo de la actuación forma parte se su vida, ¿cómo las compagina? «Van ligados. No consigo el uno sin el otro. Me especialicé y formé más en el mundo de la música, pero cuando canto interpreto. Quizás eso es un poco también como mi marca o seña. Vivo mucho las canciones, no quiero solo ejecutarlas de manera bonita y correcta, sino que las interpreto y conecto muchísimo con el público. Es una de las cosas con las que más disfruto. También hago montajes de interpretación. Tengo la suerte de estar preparando un proyecto con Jorge Rubio, uno de los actores canarios más reconocidos. Lo compagino con amor, pasión y durmiendo poco porque son dos mundos que exigen mucho y que tampoco tienes una continuidad asegurada. Entonces, todo lo que llega lo vas aprovechando».
«Vivo mucho las canciones, las interpreto y conecto muchísimo con el público»
¿Cómo es ganar premios y participar en festivales desde tan pequeña? «Es muy bonito porque cuando eres niña vives todo de una manera muy intensa y si por suerte te educan en el que no solamente lo importante es ganar, fantástico. Tengo muy buenos recuerdos. Fue una etapa porque en la adolescencia y en la parte más adulta no he participado mucho en concursos pero no porque no me gusten sino porque son etapas. No sé si alguna vez volveré de nuevo porque considero que es una forma de llegar al público, de hacer que te conozcan y de obtener un reconocimiento, ganes o no. En el mundo de la música el reconocimiento también es importante porque vives de la audiencia».
¿Recuerda algún concurso con cariño? «Sí. Uno en La Palma, mi familia materna es allí y mi abuela apenas me había podido ver en escenarios porque no era como ahora que podías mandar un mensaje o hacer videollamadas y demás. Fue bonito porque veía a mis familiares emocionados y contentos. También recuerdo otros en Tenerife. Iba haciendo amistades en todos y solíamos coincidir siempre las mismas personas en algunos festivales y concursos».
¿Por qué creó el grupo Sin Complejos? «Fue sin buscarlo. Tenía 16 o 17 años y ya cantaba como solista. Se fijaron en mí, me llamaron y comenzamos a quedar un par de adolescentes en un garaje creando música. La veo como una etapa muy bonita con muchísimos recuerdos. Crecí profesionalmente porque fue mi primera banda«.
Fueron teloneros de Amaral junto a la banda, ¿qué puede contar de la experiencia? «Poder formar parte de ello fue brutal. Era el primer concierto potente de pop rock que daba y encima yo soy fiel seguidora del grupo. Habíamos intentado serlo de otras agrupaciones, cantantes y demás y no había podido ser. De repente cuando nos dijeron con Amaral fue muy intenso. Lo visualizaba todos los días, vivía en mi cabeza el concierto hasta que llegó el momento, y fue muy bonito. Es algo que te marca porque después de ello pude compartir escenario con más artistas grandes, pero fue como el primero que llegó y te deja una huella».
«Después de tanto tiempo, sentí la necesidad de volar sola»
¿Cómo decidió que quería crear Nada en los Bolsillos? «Fue tras la ruptura de Sin Complejos. Como todos los grupos, no siempre se quiere ir hacia un mismo camino, pero el guitarrista y compositor y yo decidimos seguir el mismo y continuar juntos. Creamos el dúo y fue un bonito comienzo, pero a la vez complicado porque dejábamos atrás una etapa muy importante. Enfrentábamos nuevos retos, pero esta vez solos. Sin embargo, pronto llegaron los apoyos. Pudimos ir a Madrid, grabar allá, comenzar con giras por Canarias y la Península, incluso dimos el salto a México. El nombre se dio porque en ese momento nos encontramos sin nada en los bolsillos y con ganas de seguir adelante».
¿Cuándo se dio cuenta de qué ya era el momento de iniciar su carrera en solitario? «Después de casi diez años con Nada en los Bolsillos, sentí la necesidad de volar sola. No es una cosa de un día para el siguiente, es algo que sientes con el tiempo. Vas creciendo en ese proyecto personal y profesionalmente y un día te das cuenta de que tu camino va por otro lado. Ya no comulgas con las mismas cosas, ni te hacen vibrar las mismas canciones. En la pandemia y ese parón forzoso tuve tiempo de pensar y escucharme porque siempre iba con el piloto automático puesto. Me di cuenta de que había acabado un ciclo y quería emprender otro. Fue de manera natural y progresiva. No fue fácil porque al fin y al cabo es una ruptura y es algo con lo que venía muchos años, pero era una necesidad».
¿Podría contar cómo ha sido el proceso de creación de Camino entre cristales? «Surgió hace bastante tiempo y de golpe. Lo que había quedado a la sombra. Brotó la letra entera, algo que rara vez me sucede de sentarme y que fluyera. La escribí en un momento de cambio en mi vida. Era como una transición muy interna que no llegaba a exteriorizar, pero en el momento que me encuentro si lo hago. Me apetecía muchísimo comenzar mi carrera en solitario con esta canción autobiográfica que define bien como me encontraba y las ganas que tenia de seguir adelante a pesar de las dificultades».
¿Cómo la definiría? «Es una canción medicina. Un balón de oxígeno con la que buscaba de manera inconsciente autosanarme, lamerme esas heridas para poder seguir adelante. Es un grito de que quiero hacer lo que me nace, vibrar, respirar y nada ni nadie, ni siquiera yo misma me voy a boicotear en este momento. Es una canción super positiva que busca también contagiar a las personas de esa energía. También podría decir que es una canción vitamina».
«Tengo muchas ganas de lanzar canciones y en un futuro poder recopilarlas y sacar el disco»
¿Quiénes han formado parte de la creación del tema? «En el proceso de grabación he contado con grandes profesionales que han hecho que la canción crezca. Ruimón Martín para los arreglos; para la producción, Maimo Segue; Kiko León a la batería; Pablo González al piano y Marcos del Castillo a la guitarra. Para el videoclip y la fotografía buscaba transmitir ese cambio, esa luz, esa vitalidad. En el videoclip he contado con Ánima Escuela de las Artes, y para la fotografía con Pablo Durango, que es un grandísimo fotógrafo y que supo captar la esencia del tema».
¿Tiene ganas de sacar un disco? «Muchísimas. De momento sigo componiendo. Tengo la suerte de que el productor que hasta ahora se encontraba en México, lo voy a tener más cerquita en los próximos meses y todo el proceso creativo y demás va a ser mucho más fluido. Tengo muchas ganas de lanzar nuevos temas y ojalá en un futuro no tan lejano pueda recopilarlos y sacar el disco. Es verdad que he tenido la suerte de grabar varios, pero no como solista, así que hay muchas ganas».
«Fue un honor y una sorpresa actuar junto a Pedro Guerra»
El pasado 30 de junio actuó como telonera de Pedro Guerra en Güimar, ¿fue una experiencia bonita? «Tuve la oportunidad de abrir su concierto. Soy de Güimar, al igual que él y crecí con su música. Fue un honor y una sorpresa. No estaba planeado que coincidiera con el lanzamiento de mi primer single en solitario. Tuve la suerte de poner en pie al público y vivir una gran ovación en mi pueblo, en mi casa. Me pidieron cantar más aunque estaban esperando a Pedro, eso me dice que se quedaron con ganas de seguir escuchándome. Además, pude hacerlo con toda mi banda. El escenario es mi hábitat natural y donde mejor me desenvuelto. Gracias a las personas del municipio porque sentí muchísimo cariño y ha sido gasolina y un impulso tremendo».
¿Es fácil tener una carrera musical en Canarias? «No. Creo que también el tema insular a veces nos ha limitado porque es complicado hacerse un hueco aquí. También depende del estilo que escojas y en el que te quieras mover, pero sí es verdad que cada vez están habiendo más espacios y gracias también a las redes sociales. Siento que se empieza casi por fin a contar con el talento de nuestra tierra, que hay muchísimo, que muchas veces pecamos de que lo de fuera es mejor y por supuesto que no es así. Hacerse un hueco no es fácil, pero es verdad que estamos empezando a valorar lo nuestro. Aunque hasta ahora no lo he sentido como algo sencillo, he tenido mucha suerte en el camino, pero también la he peleado y luchado mucho».
