Domingo, 26 de marzo, a las 20.30 horas. El Teatro Leal de La Laguna comienza a llenarse de personas. La emoción y las expectativas se aprecian con los murmullos del público. Un escenario vacío con luces azules y rojas, y humo que solo crea expectación. La sala se llena, las luces se apagan, el humo se aviva como si de un misterio se tratara. Ha llegado la hora de disfrutar de Esto no es un show. Sobre el escenario el humorista Galder Varas.
El ambiente se convierte en un mundo de risas. El artista envuelve de dulzura y rosas el Teatro tras sus palabras de agradecimiento.
Todo comienza con Canarias. Su posición geográfica más africana que española, con las peculiaridades de sus dialectos. La introducción hace sentir al público como en casa. Los aplausos y la bulla abrazan el Teatro. La participación del público es el epicentro de la noche. Hay quienes ocupan el escenario como si fuera una barra de bar.
«Sin ustedes no habría espectáculo»
La singularidad marca la diferencia del show. Cada diez minutos, Galder hace que algunas personas tomen el revelo, como si del timón de un barco se tratara. Todo muy dinámico. Te traslada a una tarde de tapas en el sitio de siempre. Los chistes varían mucho, desde el Archipiélago, las profesiones, la edad y la película La sociedad de la nieve.
La gente quiere continuar. Pide más humor. Varas, emocionado al ver al público tan receptivo, da un último suspiro de diversión con las multas de tráfico. La noche ha sido bastante larga, pero las horas se volvieron minutos. Las expectativas de Galder Varas se cumplieron. «Sin ustedes no habría espectáculo», ultima Varas.