La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL) junto con el Aula Cultural de Pensamiento Artístico acogió el pasado viernes, 5 de abril, la conferencia Una pandilla de chicas y una manada de lobos: volver a narrar un cuento, impartido por David Cortés, profesor de Estética y Teoría de las Artes dentro de la ULL, con la finalidad de conocer de otras formas el cuento tradicional de Caperucita Roja.
De la mano de artistas como Kiki Smith o Sara Moon, Cortés ha logrado traer de vuelta una parte del cuento tradicional que había sido olvidada con un formato más plástico-artístico, centrando el contenido de la conferencia en los intereses del público, tanto para el estudiantado de Bellas Artes u otras ramas de humanidades como para los grupos de investigación dentro del campo del arte contemporáneo.
«Es interesante revisar cómo las identidades se establecen a partir de los cuentos que hemos escuchado desde nuestra infancia»
«Estamos en un momento donde se diluyen los parámetros de género que rompen con los planteamientos hetero-patriarcales que han dominado los cuentos tradicionales», afirma el director resaltando la evolución de la historia desde su origen oral hasta su gran salto al formato escrito.
Destacó de igual manera que «es interesante revisar cómo las identidades se establecen a partir de los cuentos que hemos escuchado desde nuestra infancia», aclarando que las figuras de los cuentos influyen en cómo se desarrollan nuestras personalidades a lo largo del tiempo.
A lo largo de todo este evento, Cortés se ha centrado en recordar aspectos que se han ido diluyendo a lo largo de las miles versiones de este cuento tan popular. Desde la historia original de Charles Perrault, donde se pone en juego las habilidades de la protagonista, hasta un cuento con una finalidad de advertencia con consecuencias tétricas para Caperucita.
«Todos estos cuentos se trasladaban por medio de la palabra, muchos relatos que conocemos ahora son trasladados de versiones sin autores, una cuestión que la condena al cambio» afirma el profesor de Bellas Artes, cuya idea se refuerza con varios materiales que apoyan la idea de la evolución de la historia. Algunos de estos materiales fueron el libro desplegable de Warja Lavater, Le Petit Chaperon Rouge, donde se hace uso de puntos y manchas de colores para desarrollar la linealidad de la historia, varias ilustraciones de Gustave Doré o el libro de estilo de Kiki Smith, Companion.
El objetivo de esta conferencia dio resultados tras hablar con el estudiantado partícipe de este evento, donde concluyen que «todos los clásicos tienen una moraleja detrás la cual nosotros desde pequeños aceptamos sin plantearla ni prejuzgarla», consiguiendo esa reflexión que se busca a partir del arte.