La cuarta edición del Seminario sobre Crítica de Cine y Periodistas tuvo lugar el pasado lunes, 1 de abril, en la Sala de Grados de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. David Fuentefría, profesor de Periodismo y director del Seminario, enfocó su ponencia en proporcionar a cada asistente las claves para convertirse en excelentes profesionales de la crítica cinematográfica.
Fuentefría comenzó lanzando la siguiente pregunta: «¿Cuál es la película de tu vida». Títulos como La historia interminable o Lo imposible hicieron acto de presencia en la sala. A continuación, dio paso a la primera parte del evento cuestionando si vale la pena, en la era de la inmediatez, del pago por clic y de la polarización, molestarse en buscar especialistas de cine. «Las personas y profesionales seguirán siendo fundamentales. Chat GPT confunde películas y sentimientos. La inteligencia artificial no distingue emociones y nunca lo hará», declaró el profesor.
Aseguró que nos encontramos ante un público sobreestimulado que aprende, o cree aprender, más mediante píldoras de datos que con información de profundidad. «Por ello, es necesario replantearnos nuestro papel como audiencia, antes que nada», declaró. Cualquier especialista de cine debe seguir el mismo proceso que el público para analizar una película. La audiencia ve el filme y lo asocia a un contexto social, industrial o ideológico. Luego, ve matices que le resultan de importancia como una posible narrativa novedosa y en su cabeza, filtra todas las variables que intervienen en la película en función de la emoción, el asombro o la incredulidad que le haya hecho sentir la obra. La única diferencia es que las personas especializadas en crítica de cine tienen un amplio bagaje cultural.
«Hay que ver cine de todos los tiempos, de todos los lugares y de todas las culturas»
Además, se resaltaron dos factores primordiales para introducirse en el mundo de la crítica cinematográfica: Leer y ver cine de forma ordenada. Fuentefría recalcó que «es necesario leer en papel a grandes profesionales de la crítica que nos han precedido». Asimismo, trasladó la importancia de ver cine ordenado. «Hay que ver cine de todos los tiempos, de todos los lugares y de todas las culturas», aseveró. De esta manera, quienes se quieran dedicar a esta profesión abrirán su mente y encontrarán conexiones entre el cine actual y el cine de hace cien años. Para ejemplificar este hecho, señaló a Tim Burton, director de cine, quien bebe del expresionismo alemán.
En la segunda parte del Seminario, se hizo hincapié en la necesidad de cultivar el saber para poder opinar. Quien decida interponerse en la crítica de cine debe aprender a valorar las características técnicas y narrativas, así como el contexto sociocultural que acoge y motiva la obra.
El profesor dio a conocer su opinión acerca de la manera adecuada para abordar la crítica especializada. «Es preciso recuperar cierta ortodoxia. La profundidad, la buena expresión y el conocimiento se deben conservar, pues no solo podemos quedarnos con el meme o la reseña de una sola línea», destacó.
«En el cine nada está hecho por casualidad»
Para dinamizar el evento, se proyectó el final de la película E.T. y, a continuación, se realizó un análisis de esta pieza audiovisual. A través de su estudio, quienes estaban presenten destacaron que «en el cine nada está hecho por casualidad». La figura del extraterrestre es la representación del amigo imaginario, ya que cuenta con actitudes angélicas como la iluminación de su corazón.
La última hora de la jornada fue destinada a la visualización de un filme elegido por quienes habían asistido. La obra seleccionada fue El moderno Sherlock Holmes, una comedia muda de 1924 donde su protagonista, Keaton, es un proyeccionista que sueña con ser un detective y se ve atrapado dentro de la propia película que estaba proyectando.