El presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna (ULL), Francisco Almeida, tomó posesión de su cargo ayer martes, 20 de febrero, en un acto celebrado en el Aula Magna del Edificio Central. Se trata de la primera vez que esta ceremonia tiene lugar en el ámbito académico, algo que fue resaltado por el rector de la Institución académica, Francisco García, ya que simboliza un mayor acercamiento a la comunidad universitaria.
El evento, organizado por la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, congregó a un nutrido grupo de representantes de distintos estamentos de la sociedad y del mundo académico, lo que para el rector significó un claro apoyo a este nombramiento, a través del cual se asume una gran responsabilidad, dijo, de fortalecer las relaciones del centro docente con la sociedad.
Conocedor del propio órgano de gobierno, dada su pertenencia a él en varias legislaturas, Francisco Almeida ha ocupado puestos de representación pública y también ha ejercido como empresario en la actividad privada, con lo cual reúne, a juicio del rector, el perfil ideal para ocupar el cargo de presidente del Consejo Social.
Por su parte, el recién nombrado señaló que entre sus funciones no solo está la de captación de fondos y recursos para la Universidad, sino la promoción de la innovación dentro de la propia Institución académica y la rendición de cuentas. Añadió que la Universidad es el espacio idóneo para la equidad, para la lucha contra los techos de cristal y para el compromiso con la responsabilidad social.
De igual manera, sostuvo que el Consejo Social apoyará la revisión de titulaciones que está haciendo la propia Universidad, en la idea de adaptarla al contexto socioeconómico y que este órgano puede ser además un perfecto embajador del conocimiento universitario ante la sociedad.
La consejera de Universidades, Migdalia Machín, indicó que la renovación de este órgano colegiado es una muestra del compromiso continuo con la Institución universitaria. Agradeció el trabajo de la presidenta saliente, Dolores Pelayo, y alabó la visión y liderazgo de los rectores y de la propia Universidad, que no sólo se dedica a la docencia y a la investigación, sino que es incubadora, dijo, de innovación social, además de considerarla esencial para el avance de la región y la capacitación de los líderes del futuro.