Ángel Fernández, el seis de Los Hispanos, es el jugador con mejor efectividad de cara a portería de la selección española. Reconocido como mejor extremo izquierdo en el último campeonato internacional, milita, en la actualidad, en el Limoges Handball de Francia. Dejó el vestuario del F.C. Barcelona la temporada pasada. Su altura y velocidad se unen a su capacidad de trabajo y predisposición para situarlo como uno de los mejores en su deporte, el balonmano.
¿Eligió el balonmano desde el principio? «No. Jugué al fútbol desde los cinco años. Fue por un tema de amistades, de proximidad. Seguí hasta los doce, aunque antes de dejarlo probé muchos deportes, incluido al balonmano. Empecé porque mi hermana jugaba y necesitaba gente para un equipo que montó con una amiga. A partir de ahí, me atrajo más que el fútbol».
¿Considera que el balonmano se trabaja bien desde la base? «En España tenemos la mejor materia prima a nivel de cuerpo técnico. No tenemos los recursos de otros países, pero hacen muy buenas competiciones internacionales y eso es gracias a como se trabaja la base. También a los proyectos que hace la federación de la mano de Jordi, en Sierra Nevada. Es muy importante tanto para el presente de la selección como para el futuro. No es comparable a mi época, ni los recursos ni el cómo se trabajaba. Éramos supervivientes del balonmano. La diferencia es muchísima comparado con hace veinte años».
«En mi época éramos supervivientes del balonmano»
¿Es poco competitiva la liga española? «Al empezar siempre buscas fichar por un club que juega Europa en España o irte fuera. Francia o Alemania son ligas más potentes tanto deportiva como económicamente. Siempre hay muchos factores. Están quienes buscan lo deportivo, lo económico, otros vivir la experiencia… Fuera hay más posibilidades de buscar un equipo más competitivo. Pese a esto, aquí se están haciendo muy bien las cosas. La liga crece bajo mi punto de vista. El dominio del Barça se mantendrá, pese a que la clasificación está muy igualada ahora. El Granollers, por ejemplo, lleva una gran temporada. Hay buen balonmano, el mejor a nivel técnico-táctico está aquí. En mi primer año Francia me ha decepcionado un poco».
¿Qué considera más grande, la Champions o los campeonatos europeos? «Ninguna de las dos. El bronce de los Juegos Olímpicos. Al final no es solo balonmano, es algo muy grande a nivel nacional. Las olimpiadas no son comparables con nada. Aunque haya ganado la Champions, el Europeo u otras medallas con España, para mí lo más grande es la medalla olímpica de largo».
¿Qué significó para usted llegar a la selección española? «Fue algo diferente porque cuando debuto entro por Ugalde que se lesiona en un partido de clasificación para una competición. Yo estaba en Logroño cuando me llamó Manolo Cadenas diciéndome que cogiera mañana un vuelo porque Cristian se había lesionado. Ese día ni te enteras porque no te lo terminas de creer. Muchos nervios y mucha ansiedad por hacerlo bien».
«El bronce de los Juegos Olímpicos es incomparable»
Bronce en el Mundial, ¿os ha sabido a poco? ¿Esperábais entrar en el podio o jugar la final? ¿Cuáles han sido las sensaciones? «Es difícil porque en estos campeonatos nunca sabes lo que va a ocurrir. Son pocos días, muchos partidos y buenos contrincantes. Al principio del torneo intentas jugar todos los partidos como si fuesen finales. Una vez que te clasificas a semifinales, el objetivo es el oro. Sin embargo, hay muy buenas selecciones y te apean de esa posible final. Una medalla en cualquier campeonato es oro. Quedar cuarto es lo peor. Por ello, para nosotros el bronce supo a oro. En los campeonatos no tengo ninguna expectativa. La euforia puede jugarte una mala pasada».
¿Cómo ve la transición que vive la selección entre los veteranos y la nueva generación? «Yo la veo genial. Al final el paso más difícil fue en el anterior Europeo. Quedamos subcampeones con un gol de Suecia en el último segundo. Hicimos un muy buen balonmano. En este torneo seguían las dudas. Aún así, hacemos un bronce. Al final la transición ha sido excelente y es la que permite a España estar ahí en todos los campeonatos».
«La transición ha sido excelente, permite a España estar ahí en todos los campeonatos»
¿Cuáles cree que han sido las principales cualidades que le han permitido llegar a jugar de manera profesional? «No creo que sea un gran talento del balonmano, pero he trabajado mucho. Es lo más básico. He sido una esponja y he intentado recoger todo de todos los compañeros con los que he estado. Tanto lo bueno como lo malo. Qué hacer y qué no. Eso me ha permitido estar donde estoy. Ser un tío que quiere aprender cada día. Es importante tomarte cada día como un gran aprendizaje. Dejarte aconsejar o asesor es fundamental».
¿Ha encontrado la felicidad en lo que hace? «Sí, en Francia me va muy bien. No obstante, soy consciente de que hay gente que pasa por situaciones muy duras dentro del balonmano cuando juega en el extranjero. Yo por ejemplo ahora juego para divertirme. No lo había hecho en mi vida. Aunque me lo pasaba bien, no buscaba ese disfrute. Cuando eres joven buscas reconocimiento, fichar por un equipo mejor, ganar más dinero, que la gente te evalúe mejor… Ahora mismo todo eso me da igual. Busco mi propia felicidad, disfrutar hacer lo que me gusta. Llegar cada día al entrenamiento con una sonrisa».