Ángela Peris Alonso es licenciada en Arquitectura Superior. En marzo de 2021 se estrenó como escritora con la publicación de su primer libro Relatos de los días tristes, el cual presentará mañana, 7 de octubre, a las 12.00 horas en la Sala de Audiovisuales de la sección de Filología de la Facultad de Humanidades. La obra recopila diecinueve microrrelatos y un último cuento más largo sobre sus reflexiones durante el confinamiento de 2020. Reflejo de lo que sucedía fuera, mensuario y diario de sensaciones son las palabras que utiliza para definir sus textos.
Como arquitecta su mayor ilusión es la creación de cobijo para personas. La autora establece un paralelismo con esta profesión y la creación de un libro repleto de emociones. «Me gusta pensar que la literatura es también un refugio», asegura.
Relatos de los días tristes comenzó a elaborarse durante la pandemia como una forma de «sacar lo que llevaba dentro». En cada historia convergen diferentes emociones entre el miedo, la angustia o la melancolía, pero también deja hueco para la diversión. La escritora destaca uno de sus relatos favoritos en el libro: El Aniversario, en el que el humor es protagonista.
«La palabra tristeza era la más repetida en esos momentos»
Resultó difícil elegir un título para una obra que trata de abarcar diferentes estados mentales. No obstante Peris Alonso quiso destacar la palabra «tristeza». Asegurando que, aunque de manera sutil, «era la más repetida en esos momentos».
Así, el título pretende ser un reflejo de lo que sucedió en esta época sin caer en la negatividad, sino en la melancolía y la nostalgia. Además deja un espacio para los homenajes. Un ejemplo es la historia titulada El héroe y el villano dedicada a alabar la difícil situación que vivió el personal sanitario.
Cada microrrelato da rienda suelta a la imaginación y la interpretación de quienes lo leen. Sin ser algo que la autora plantificase, se trata de una cualidad del libro que surge a raíz del momento de inseguridad en el que se redactó. «No se puede escribir de forma planificada cuando todo está en constante cambio», agrega.
Creación de una distopía
El último relato, Jugando al escondite, es de mayor extensión y sigue una estructura más marcada. Como explica Ángela, porque fue redactada una vez acabó el confinamiento y obtuvo una visión del mundo desde fuera. La autora recurrió a la ficción para crear una historia surrealista y distópica del fin de la pandemia. «Por suerte, no es posible que pase, se trata de una fábula de la que extraer una lección vital», comenta.
Ángela Peris no descarta hacer nuevas publicaciones. Cree que es posible compaginar ambas profesiones aunque reconoce lo complejo que es escribir libros: «hace falta dedicarle mucho tiempo».