Rozalén comenta que al ganar el Premio Goya a mejor canción original fue muy feliz. Foto: PULL

María Rozalén: «Canarias es una de esas tierras que me sana el cuerpo y el alma»

Música

Rozalén tuvo un gran afán por la música desde su infancia. Tras estudiar psicología y musicoterapia, produce de manera independiente su primer trabajo Con derecho a… sin esperar la repercusión que obtuvo. Tras diez años en la música, ha cosechado éxitos como GirasolesY busqué o Comiéndote a besos. La cantautora visitará mañana sábado, 23 de abril, el Pabellón Insular Santiago Martín para presentar su nuevo disco El árbol y el bosque. 

En su canción Susurros de papel escribe «No me da la gana de cortarle a estas maripositas las alas». ¿A esa Rozalén niña le ataron las alas o se las fortalecieron para que volara lejos? «Totalmente me las fortalecieron. Me han criado en unos valores humildes y me han enseñado a disfrutar de las pequeñas cosas que da la vida. Me educaron con el precepto de que tenía que perseguir mis sueños para alcanzarlos».

¿Cómo se dio cuenta de que quería dedicarse a la música? «No hubo un momento concreto, nunca me di cuenta como tal. Canto desde que hablo y toco muchos instrumentos desde que era muy pequeña. Las señales me fueron llevando hasta la música. Al final tuve claro que esta era mi vocación, que realmente es lo que me hace feliz».

¿Qué significa para usted 80 vecesEsta canción fue el principio de todo, el pistoletazo de salida. Recuerdo que ese videoclip en plano secuencia con Bea, la intérprete que me acompaña en los conciertos, triunfó muchísimo. Luego saqué mi primer disco, Con derecho a… para recoger todas mis letras y  curarme a mí misma. En ningún momento pensé que lo iba a escuchar tanta gente».

La cantante asegura que cada vez le tiene más respeto al escenario. Foto: PULL

Su canción Que no, que no hace un llamamiento al amor propio. ¿Cree la gente se preocupa mucho por agradar a las otras personas? «Por supuesto. Nos han educado en el complacer, diría que en mayor medida a las mujeres. Supongo que por no querer defraudar o por quedar bien. Aún hoy me cuesta darme prioridad a mi misma, y se que es un error».

Con esta canción, banda sonora de la película La Boda de Rosa, gana un Premio Goya. ¿Cómo lo recuerda? «Yo amo el cine de Icíar Bollaín. Gracias a ella he vivido una de las cosas más surrealistas de mi vida.  Ja, ja, ja… A veces miro el Goya y pienso en lo fuerte que es tenerlo. Además, haber compartido nominación con Alejandro Sanz fue un privilegio. Fui muy feliz ese día».

¿Cómo es su proceso para componer? «Normalmente primero pienso el mensaje que quiero transmitir. Para esto observo el día a día, lo que pasa a mi alrededor y en mi misma. Una vez elegido el tema escribo todo lo que se me pasa por la cabeza. Después ya juego con la música».

«La puerta violeta ya no es mía, ahora es de todas»


¿Quiénes han sido sus referentes? «A nivel personal he tenido una familia brutal. Destaco mucho a mi abuela y a mi padre. Son dos personas que ya se han ido y ahora me doy cuenta de cómo han marcado mi vida. En la profesión me he encontrado a gente muy bonita que disfruta del camino, sin tener en cuenta el postureo».

En 2017 lanza Cuando el río suena, un disco lleno de vivencias. ¿Cuál es la más especial para usted? «Cuándo comencé con este proyecto me daba vértigo contar las historias de mi familia. Creo que no me podría quedar con una. Por ejemplo, Justo rozó lo mágico. A través de esta canción pude encontrar a nuestro desaparecido de la Guerra Civil. También es muy emotiva Amor prohibido, que narra la historia de amor entre mi madre y mi padre».

¿Qué sensaciones le provoca que su canción La puerta violeta se haya convertido en un himno del feminismo en nuestro país? «Me abruma mucho. Nadie se sienta a escribir pensando que va a hacer un himno. En su momento la hice para mi, para aliviarme de algo que me había pasado y me dolía. Ahora siento que ya no es solo mía, es de todas».

El árbol y el bosque


¿Cuál es el hilo conductor de su nuevo disco El árbol y el bosque«El lema es que el bosque te permita ver los árboles. Es decir, que la sociedad, el ruido y todo lo que distrae nos deje ver a las personas. En este trabajo me ha tocado mirarme al espejo y por eso hay mucha introspección. También hay mucha crítica social pero desde lo que haría yo para mejorar esa situación. Este proyecto es muy luminoso y tiene ritmos mucho más atrevidos que los anteriores.»

¿Por qué habla, entre otros temas, sobre el paso del tiempo? «Debido a que no nos han enseñado a sobrellevar temas tan importantes como envejecer, la muerte o la tristeza. Necesitaba contar lo que sentí cuando vi mi primera arruga y mi primera cana. Si tenemos arrugas es porque no paramos de reír. Al final, lo importante es cumplir años, no dejar de cumplirlos».

También forma parte de este disco Aves enjauladas, un canto en tiempos de confinamiento. ¿Cómo vivió esta situación? «Creo que nos afectó a muchísimas personas. En esos meses aproveché para parar y me sentó bien. Cuando canto esta canción me pongo muy triste, porque eché de menos a mi familia. Entonces, tenía la necesidad de contar esta historia a ver si recordábamos lo que aprendimos, aunque últimamente lo dudo bastante».

La albaceteña tiene claro que su mayor aprendizaje ha sido hacer las cosas desde el corazón. Foto: PULL

¿Tiene ganas de volver a Canarias? «Me muero de ganas. El único concierto que hemos hecho después de la pandemia fue en La Palma, días antes de que ocurriera la erupción del volcán. Para mi las Islas siempre han sido casa. El Archipiélago fue uno de los primeros lugares donde se nos abrieron las puertas. Es una tierra que me sana el cuerpo y el alma».

¿Tiene proyectos futuros? «Este año vendrá mucha música nueva. Seguimos con la gira y se sumarán nuevas fechas. Además, estamos preparando algo muy especial para finales de este año por el décimo aniversario de mi primer disco. Vamos a celebrar las cosas como merecen, que diez años han dado para mucho».

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