En la historia del mundo antiguo no era raro ver a hombres y mujeres vestir de la misma manera. En Grecia se utilizaban prendas como el quitón, un camisón con mangas que llegaba hasta el suelo que usaban las personas de mediana edad. Por otro lado, en culturas como la escocesa se lucen atuendos típicos como el kilt, una falda hecha con tartán. Si hace tanto no se tenían reparos en cuanto a la indumentaria, ¿qué ha pasado para que ahora sí?
Es evidente que las prendas tienen medidas amoldadas a los cuerpos y que no todos son iguales. Hay personas con más espalda, con más caderas, menos pecho… Pero eso no implica que determinados atuendos estén reservados en base al género. ¿Qué dictamina que sean las mujeres las que lleven vestidos y los hombres, camisa y corbata? Quizá se necesiten romper barreras y conceptos que se consideran básicos.
Algunas marcas han empezado a lanzar prendas sin género o genderless. H&M se unió a la tendencia a principios de 2019 con una colección en colaboración con Eytys, una marca sueca conocida por sus accesorios que valoran más la practicidad que el adorno. Pull&Bear sacó en 2017 al mercado una serie de suéteres y abrigos para todos los públicos sin importar su sexo. Además de estas famosas firmas de moda también han nacido otras que, únicamente, distribuyen productos unisex. Algunos ejemplos son: Saye, Ader Error o Pitágora.
«Hay que tomar conciencia de que hay una gran variedad de seres humanos»
Hace no mucho, en 2021, un profesor de una escuela primaria de Huelva decidió asistir al centro con falda y las uñas pintadas. Esto sucedió para apoyar a una niña trans que recibía insultos y humillaciones por usar esas prendas. Lo más probable es que en su clase nadie fuera consciente del daño que se causaba. Al final se trata de un asunto relacionado con la falta de educación en la diversidad. Hay que tomar conciencia de que hay una gran variedad de seres humanos.
Cuando se transmite el mensaje de que los hombres y las mujeres deben vestir de manera distinta se está ayudando a reforzar esos manidos roles de género que definen qué y cómo se tiene que ser. En un mundo tan polarizado como en el que vivimos no es necesario añadir otra forma de censura en la vida diaria. Existen muchas preocupaciones como para que resulte un problema que un hombre decida utilizar unos zapatos de tacón.
