Antonio Rodríguez Rodríguez, catedrático de la ULL y doctor en Ciencias Biológicas, se encuentra investigando el déficit de carbono en la superficie terrestre de Canarias. Coordinador del grupo de investigación Degradación y Conservación de Suelos, admite que la baja presencia de este elemento químico “contribuye a los procesos de desertificación”.
El profesor de la Facultad de Ciencias, apunta que si se incrementase la cantidad del componente “podría contribuir a que mucho CO2 del aire quedase fijado en el terreno”. De esta manera, un aumento “ayudaría a la lucha contra cambio climático”.
Para ello, quiso destacar la importancia del cuidado de la tierra para que deje de emitir dióxido de carbono a la atmósfera y comience a asimilarlo. Sobre ello, afirma que “ni siquiera espacios naturales como Garajonay o el monte de Laurisilva han llegado a su máxima capacidad de absorber CO2”.
Rodríguez propone la transformación de residuos en material orgánico para favorecer la calidad de la superficie. Además, lamenta la escasez de medidas al respecto: “Es inconcebible que con la carencia que tenemos, estemos enterrando materia aprovechable en vertederos como el de Arico”.
Finalmente, recordó que “el suelo es el recurso olvidado”, aludiendo a la abundante preocupación sobre la biodiversidad, la atmósfera y el agua y no a la estrecha relación que mantienen ambos con la tierra. Sin embargo, admite que “quizás es culpa de nosotros, los científicos, que no hemos sabido trasmitirle a la sociedad su importancia”.